
El Hospital Universitario de Canarias ha experimentado una transformación con la llegada de la nueva directora Gerente, María Mercedes Cueto, con amplia experiencia de más de 20 años en la gestión de este tipo de áreas y complejos sanitarios. La pandemia del coronavirus ha supuesto adaptar y crear nuevas infraestructuras, implementar nuevos criterios y fórmulas de trabajo y atención a los pacientes.
-¿Cómo está la situación del centro en la pandemia? ¿Qué evolución ha experimentado el paciente que atienden?
“El HUC está mucho mejor que el año pasado. En la primera ola tuvimos muchos ingresos de mayores y ahora tenemos más jóvenes, pero son más ingresos en la UCI y graves. No termina de remitir la ola y nos mantenemos en una incidencia de pruebas diagnosticas positivas alta. Tenemos ocupadas 10 camas en la UVI de 24 plazas, un porcentaje alto, y tenemos otras 24 camas para ampliar en espacios como recuperación (REA), urgencias, coronarias…, un dato dinámico teniendo en cuenta los pacientes críticos no COVID. Ahora los pacientes no tienen miedo a salir de sus casas y vienen a Urgencias. Si en la primera ola teníamos 50 o 70 pacientes al día, ahora tenemos unas 200 urgencias diarias, y atendemos a personas con más complicaciones crónicas”.
-¿Qué ha supuesto vivir esta pandemia para el Centro?
“Hemos visto durante la pandemia los grandes profesionales que tenemos, que han sido extremadamente flexibles para adaptarse a la nueva forma de trabajar, nuevos circuitos, nuevos horarios, doblajes, utilizar los equipos de protección individual, formarse… Ha supuesto flexibilizar la forma de trabajar y todo el centro funciona con dos circuitos uno para pacientes COVID y otros no COVID. También hemos adaptado las infraestructuras a la situación actual, y hemos implementado nuevas fórmulas de atención a los pacientes. Hemos realizado más de 154.000 consultas telefónicas en 2020, además de atender presencialmente a 500.000 usuarios. Además, hicimos unas 75.000 interconsultas entre nuestros profesionales y los de Atención Primaria. Este proceso de aprendizaje nos ha venido bien para avanzar, no instalarnos en la comodidad de siempre se ha hecho así, y nos ha hecho ser más imaginativos y cambiar procedimientos. Hemos formado equipos COVID integrados por distintas especialidades y hubo momentos en los que pedimos voluntarios de otros servicios para atender a pacientes COVID y vimos la generosidad de otros especialistas que se ofrecieron a atenderlos”.
-¿Cómo está actualmente la salud del personal?
“Hay un avance muy importante tras la vacunación. Si el año pasado tuvimos unos 154 contagios sobre una plantilla de 4.425 trabajadores, ahora tenemos a más del 90% del personal inmunizado y eso da seguridad, aunque no podemos bajar las medidas de protección. Los pocos casos que estamos teniendo son gente que no se ha vacunado o se han contagiado a través de contactos familiares y sociales, no intrahospitalarios. Ahora no tenemos problemas con los EPI cuando en la primera ola vivimos mucha angustia porque no sabíamos si tendríamos guantes, mascarillas o buzos. Hay una gran fatiga en el personal, son muchos meses en tensión por la pandemia”.
-¿Qué inversiones han tenido que llevar a cabo en el hospital?
“La pandemia ha supuesto una inversión en recursos económicos muy importante, la Consejería y el SCS ha sido muy sensible con este tema y en equipamientos y reactivos hemos gastado solo en el HUC más de 7 millones de euros. Hemos realizado obras de emergencia con un coste de 3.319.135 euros para ampliar en 86 nuevas camas la hospitalización, 42 camas en diciembre (Cuerpo M) para ampliar el Servicio de Urgencias, y otras 44 camas en marzo (Cuerpo D) para hacer frente a la COVID, pero serán polivalentes en un futuro para otras áreas. También hemos hecho cambios para garantizar la asistencia en el área quirúrgica y esterilización. Hemos hecho una inversión en material y equipamiento de casi 500.000 euros, sobre todo en esterilización, que es un servicio imprescindible para el buen funcionamiento del quirófano y evitar el riesgo de complicaciones, comprando carros de lavado de instrumental, tres lavados de carros o dos esterilizadores nuevos. También hemos aumentado el personal en esta área porque estaba muy justo, y así podemos mejorar la rapidez de la esterilización. En los quirófanos hemos renovado cuatro mesas quirúrgicas, 11 nuevas lámparas y torres que permiten hacer intervenciones por laparoscopia, artroscopia y mediastinoscopia”.
-¿Qué otros pasos han realizado para mejorar su utilización?
“Hemos nombrado una coordinadora médica que se encarga de optimizar el funcionamiento de los quirófanos, disminuir los tiempos muertos y minimizar las suspensiones de operaciones. También hemos aumentado el personal de enfermería de guardia y ahora tenemos dos enfermeras y dos auxiliares que nos ha permitido aumentar las operaciones. Estos avances nos ha permitido aumentar un 15% la actividad quirúrgica programada y tenemos una ocupación de quirófanos del 77,7%, un buen indicador. También hemos aumentado el servicio de cirugía pediátrica, con dos cirujanos más, lo que nos ha permitido colaborar también con La Candelaria de forma que nuestros cirujanos bajan un día a operar allí y pasan un día consulta en el Hospital de Ofra. Nosotros atendemos los eventos de urgencia pediatría. Estamos potenciando la hospitalización a domicilio con 11 camas más y hemos llegado a 30 plazas”.
-¿La falta de personal en el HUC lleva años siendo crónica?
“Sí, y en la pandemia hemos incorporado a casi 1.200 trabajadores más, por lo que somos 5.600 en la nómina de diciembre. El crecimiento de personal nos ha permitido adecuarnos a trabajar en los ratios estándar, hemos aumentado el personal de la UCI, sobre todo de enfermería y auxiliares, para trabajar en un ratio de atención a pacientes COVID de una enfermera o una y media para dos camas como mucho, depende de la gravedad”.
-¿El HUC es el centro con el mayor número de trabajadores con contratos que se renuevan año a año, casi mil (762 profesionales sanitarios y 213 de gestión y servicios), que deberían regularizarse al menos a interinos?
“Es un problema que tiene todo el Servicio Canario de la Salud, pero es cierto que la temporalidad que tenemos en el HUC es un poco mayor que en otros centros. Por ejemplo, más del 70% de los médicos es un personal con contratos eventuales que se van renovando año a año, y que eso hace que tengan una cierta inestabilidad e inseguridad sobre su futuro. El director del SCS y el propio consejero están muy preocupados y creo que se va a solucionar pronto. Con las contrataciones realizadas en 2020 y 2021 nos hemos equiparado mucho con los ratios que tenemos de media en otros hospitales de Canarias. Pero el HUC tiene la peculiaridad de que el personal de limpieza, mantenimiento o lavandería, por poner tres ejemplos, es propio y es un gran valor mientras que en otros son servicios externalizados. Hay ratios, como en enfermería, en que estamos por debajo de otros hospitales, pero hemos contratado para las plantas de hospitalización enfermeras y auxiliares para garantizar que los cuidados están conforme a los estándares de calidad. En cuanto a la eventualidad esta dirección ha puesto mucho esfuerzo en estabilizar a nuestro personal, y en el año 2020 hemos realizado 350 contratos interinos de personal estatutario, hemos resuelto la OPE convocada en 2007, y han tomado posesión 431 enfermeros y auxiliares en plantilla fija. Hemos realizado un esfuerzo para que los nuevos contratos eventuales no sean cortos, sino por un período de un año cuando la plaza es estructural y se necesita cubrir, para dar mayor estabilidad a las plantillas. La web de recursos humanos que facilita todos los trámites, ha tenido más de 13.000 visitas, y hemos puesto en marcha un canal de Telegram para informar sobre las listas de empleo. Hemos hecho 116 convocatorias de empleo, de las que 85 están resueltas”.
-¿El HUC sigue siendo el referente en diferentes áreas?
“Estamos muy orgullosos de ser pioneros en la cirugía robótica con Da Vinci, y se ha consolidado su uso en servicios como urología, cirugía general, ginecología y hemos sido pioneros en operar cánceres de vejiga. Es una cirugía de mayor precisión y presenta menos riesgos. Este año se usará en cirugía torácica y en la intervención de cánceres que se encuentran en zonas de complicado acceso. También somos referencia en la provincia en la cirugía cardiaca, un servicio que el año 2020 realizó 7.777 cirugías de corazón abierto. También estamos muy orgullosos de haber realizado más de 3.030 trasplantes renales y ser referencia para renopancreáticos, unos 120, con el impulso de los doctores Antonio Alarcó y Armando Torres”.
-¿Qué avances se están realizando en la Cirugía Mayor Ambulatoria que permite rebajar las listas de espera de los pacientes?
“Es muy importante, ya que permite que el paciente ingrese y que en el mismo día o a la mañana siguiente, pueda volver a su domicilio. Tenemos cinco quirófanos dedicados a esta actividad para operaciones de todo tipo y dos más específicos para cirugía oftalmológica. Esto nos permite operar un 28% más de pacientes ambulatorios que el resto de hospitales de tercer nivel, eso puede suponer 1.500 intervenciones más al año. En 2021 queremos poner en marcha el proyecto CMA 24 horas, que supondrá que esta cirugía no cerrará como ahora a las 21.00 horas, podremos operar más”.
-Los edificios de 50 años necesitan importantes reformas. ¿Cuándo se llevarán a cabo?
“El HUC tiene una infraestructura obsoleta en las áreas de hospitalización, urgencias, quirófanos del bloque central y laboratorios. Está claro que hay que acometer una renovación total del edificio de hospitalización debido a su edad. Es difícil convivir la atención sanitaria con una obra, pero hay que valorar el beneficio de poder tener algo pronto. Los pacientes y los profesionales no pueden permitirse esperar muchos años más y necesitan la renovación a corto plazo”.