crisis migratoria

La mayor tragedia humana jamás vista en aguas canarias

Dos días después del rescate de tres supervivientes llegan a Los Cristianos 24 fallecidos en el cayuco a la deriva al sur de El Hierro
Desde el 2009, cuando un naufragio se cobró 25 vidas en Lanzarote, no se tiene constancia de una tragedia como la que Canarias ha vivido estos días en sus costas. Fran Pallero
El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias. Fran Pallero

La muerte de 24 migrantes -no 17, como se había dicho inicialmente-, cuyos cadáveres llegaron ayer a Los Cristianos desde El Hierro, se ha convertido en la mayor tragedia humana jamás conocida en aguas canarias, tras el naufragio de una patera ocurrido en 2009, orillando la costa de Lanzarote, con 21 fallecidos.


Son cifras dantescas, pero seguramente inferiores a las que no conocemos de los que fallecen en plena travesía de la ruta canaria, desde Marruecos, Mauritania, Gambia o Senegal, ahora mismo considerada la más peligrosa del mundo, un cementerio sobre un mar que no impide a miles de inmigrantes huir del hambre y de la guerra que asola el continente africano, acrecentada con la pandemia.


Ayer tarde, a las ocho, llegó al Puerto de Los Cristianos, bajo una enorme expectación periodística, remolcado por la guardamar Talía, el cayuco rescatado a más de 500 kilómetros al sur de El Hierro hace dos días. En su interior, 24 cadáveres que fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, tras ser desembarcados por una autoescala de un camión de bomberos y colocados en una sudario improvisado en el muelle, donde fueron examinados por los forenses, ante un gran cordón de seguridad formado por Policía Nacional, Guardia Civil, Cruz Roja, Frontex y bomberos, que se encargaron de desembarcar los cuerpo.


Cinco coches fúnebres trasladaron los cuerpos hasta el Instituto Anatómico Forense, en La Laguna, para realizarles la autopsia. 22 eran mayores y dos menores de edad.


La guardamar Talía llegó al lugar donde se encontraba el cayuco desaparecido, a unas 275 millas de la isla de El Hierro, el martes a las tres de la tarde. Desde el lunes, la barquilla estaba acompañada por un buque mercante que se hallaba en la zona para evitar que se perdiera. Una vez con la embarcación a remolque, puso rumbo a Los Cristianos, a donde llegó ayer a las ocho de la tarde.


No se descarta que en ese trágico viaje pudiera haber habido otras víctimas que fueron arrojadas al mar, a la espera de la confirmación o no por parte de los tres supervivientes, una vez se recuperen físicamente en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.

El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias. Fran Pallero

La misión más dura


De esa travesía, de 22 días a la deriva, solo sobrevivieron dos hombres y una mujer que fueron rescatados por el helicóptero del SAR hace tres días, en la que han definido como “la misión más dura que hemos tenido”, logrando, además, un récord mundial de autonomía, al actuar a más de 300 millas náuticas de El Hierro (seis horas de vuelo y 1.200 kilómetros sin repostar), dijo el comandante Ignacio Crespo a Televisión Canaria.


Fue un milagro para los tres supervivientes, porque encontraron el ángel de la guarda en un avión del Ejército del Aire que se percató del cayuco a la deriva cuando estaban realizando un entrenamiento rutinario. Nadie se hubiera imaginado una patera o cayuco en esa zona.


Fue entonces cuando esa mañana del lunes se avisó a un helicóptero del SAR, con base en Gando, para que se encargara del rescate, haciendo escala en El Hierro, para ganar autonomía ante la distancia considerable donde se observó el cayuco.


Los dos rescatadores que se descolgaron al cayuco, el sargento primero Fernando Rodríguez y el cabo primero Juan Carlos Serrano, recuerdan la experiencia como algo “terrible”, porque tuvieron que recoger en brazos a los supervivientes, dos hombres y una mujer deshidratados, incapaces siquiera de levantarse, a los que había que transportar por el cayuco sorteando travesaños y cuerpos.


Lo más terrible para ellos no fue la visión de los 24 cadáveres que contaron en la barquilla, lo peor fue levantar la vista, cambiar la perspectiva y sentir en carne propia la angustia que habían vivido aquellas personas. Desde el aire, Rodríguez y Serrano controlaban la operación, sabían bien que estaban a 590 kilómetros de El Hierro, fuera de toda ruta habitual de navegación.


“Estaban muy débiles, no ofrecían ninguna resistencia. Esta vez no había que tranquilizar a nadie. Al contrario, había que revitalizarlos un poco para que pudieran colaborar. Estaban tan débiles que me tuve que apoyar en el compañero para mantenerlos erguidos. No había forma de ponerles el cincho de arriado”, relata a la agencia Efe.


El cabo miró el reloj de nuevo, habían pasado 40 minutos, diez más de lo establecido, y faltaba por izar a la cabina al último superviviente, además de a su compañero Rodríguez y a él mismo. Los dos rescatadores tomaron entonces una decisión: “Que lo suban y se marchen”. Estaban preparados para que regresaran sin ellos.


No fue necesario, los pilotos recalcularon la autonomía: habían ahorrado combustible de camino al cayuco volando con viento de cola y regresaban solo con tres supervivientes… Los dos tanques de reserva que habían cargado les daban para regresar a El Hierro e, incluso, para seguir a Tenerife si fuera necesario. Lo fue.


Desde más arriba, contemplaba la escena el capitán Álex Gómez, de la tripulación del avión del SAR que localizó el cayuco y que luego acompañó al helicóptero en el rescate. “Fue una suerte para esas personas que estuviéramos en la zona. Es un lugar que está fuera de las rutas del tráfico marítimo, es muy poco habitual encontrarse embarcaciones con migrantes a bordo en esa área”.

El cayuco encontrado el lunes al sur de El Hierro con 24 fallecidos y tres supervivientes llegó ayer tarde a Los Cristianos con los cadáveres, ante una gran expectación mediática; es ya la mayor tragedia en aguas canarias. Fran Pallero

Otro cayuco


Mientras toda la atención estaba centrada en la llegada a Los Cristianos del cayuco rescatado al sur de El Hierro remolcado por la guardamar Talía, casi a la misma hora de su llegada a puerto se anunciaba el avistamiento de otro cayuco con unas 20 personas a bordo localizado al sur de Tenerife, según informó Salvamento Marítimo.


Un pesquero que se encontraba en la zona dio aviso al Centro de Control de Salvamento Marítimo e informó de que había avistado una embarcación a unas 16 millas al sudeste de Punta Rasca.


El Centro de Control movilizó al avión Sasemar 103, que se dirigió hasta allí y localizó la barquilla, que seguía navegando. A su encuentro salió la salvamar Alborán, que tenía previsto llevar a los ocupantes del cayuco, a priori en buen estado, ya de noche al puerto de Los Cristianos.

El helicóptero del SAR de Ejército del Aire procede al rescate de los únicos supervivientes del cayuco. EJÉRCITO DEL AIRE

El milagro de los tres supervivientes a 500 kilómetros de El Hierro

Un vuelo de entrenamiento de un avión del Ejército del Aire fue el ángel de la guarda de los tres supervivientes del cayuco que navegaba a la deriva a más de 500 kilómetros del sur de El Hierro. Avisado el helicóptero del SAR, pudieron izar a dos hombres y una mujer que volvieron a nacer, mientras 24 compañeros yacían en el interior de la barquilla, que llegó ayer al puerto de Los Cristianos con sus cadáveres.

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