Una familia que se encontraba pescando tranquilamente en aguas del Porís de Abona se encontró, en la tarde de ayer, con un tiburón a varios metros de su embarcación. Es habitual que, por la calidez de sus aguas, Canarias sea visitada por este tipo de animales.
Hace algún tiempo, en El Médano, los bañistas era sorprendidas por varias crías de cazón que, además, se acercaron a la orilla, siendo protagonistas durante días de la concurrida playa. En una zona en la que la profundidad del agua no supera el medio metro, estos animales se movieron con total naturalidad.
En aguas tinerfeñas se han encontrado con anterioridad ejemplares de tiburón martillo gigante, que no atacan a las personas, aunque tienen la calificación de especie peligrosa. No suelen ser agresivos salvo en circunstancias extremas. Es un pez enormemente rápido en sus reacciones y muy fuerte. Los machos miden alrededor de tres metros y medio los mayores y las hembras más de cinco metros.
Canarias no es su hábitat habitual, aunque son especies migratorias, desde las costas de Florida y el Mar de China a Sudáfrica. Son más comunes en el Océano Índico y frecuentan la distancia comprendida entre 40º N y 60º S.
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