
Unas jóvenes voluntarias de Vilanova i la Geltrú, Cataluña, han tenido un gran gesto de humanidad con Andreas Boy, un indigente alemán de 40 años, alcohólico, gravemente enfermo, y que llevaba ya cuatro años viviendo en la calle.
Andy, como así le llaman tiene una nueva vida gracias a la solidaridad de estas jóvenes. Cuando lo conocieron no sabía español ni tenía documentación. Llevaba cuatro años en la calle con un tumor cerebral, y lo único que les pidió cuando se acercaron a él es que le llevaran a un centro de desintoxicación.
Andy estuvo un mes en el hospital y cuando salió, los servicios sociales no le ofrecían ayuda así que entre las voluntarias le buscaron una habitación de alquiler que pagaban ellas mismas.
Durante ese tiempo empezaron a tramitar su pasaporte y hace un mes consiguieron que volviera a Alemania con su madre.
“Lleva ya siete meses limpio. no ha habido recaídas, siempre ha cumplido en todo”, dicen las voluntarias.
Ahora, Andy y las voluntarias siguen conectados desde la distancia. Andy agradecido por haber podido emprender una nueva vida y las jóvenes contentas por haber podido ayudarle. Un gran gesto de solidaridad.