Cruz Roja y el Ayuntamiento de Arona han renovado el convenio que permitirá mantener este año un plan esencial dirigido a quienes peor lo están pasando y ni siquiera tienen un techo donde guarecerse. Se trata del proyecto Unidad Móvil de Emergencia Social, que cada día, entre lunes y viernes, reparte desayunos, almuerzos y cenas a personas sin hogar en el municipio, y que han pasado de 40 a 100 en poco más de un año, la mayoría en Los Cristianos, Playa de Las Américas, El Fraile y Las Galletas. El consistorio aronero, a través de la Concejalía de Servicios Sociales que dirige Elena Cabello, ha aprobado una dotación de 183.837 euros para mantener el servicio.
La Unidad Móvil de Emergencia Social actúa en diferentes ámbitos, comenzando por garantizar las necesidades básicas de las personas sin hogar (alimentación, productos de abrigo y de higiene), pero también ofrece un servicio integral de los casos a través del Plan Personalizado de Intervención. Según explicó a este periódico José Luis Camisón, coordinador de Cruz Roja en la comarca de Abona, el plan consiste en informar y orientar desde el punto de vista social, laboral y jurídico, sobre todo en materia de empadronamiento y regularización de la situación administrativa de los usuarios.
Además, el programa, que cuenta con el apoyo de personal sanitario y del equipo de voluntarios, presta asistencia social, incluyendo entrevistas de acogida, y realiza diferentes trámites y gestiones, incluida la posibilidad de derivaciones a otros recursos y proyectos. El alcalde de Arona, José Julián Mena, subrayó la “necesidad de desplegar un escudo social que respalde a quienes peor lo están pasando” y calificó de “fundamental” la Unidad Móvil de Emergencia Social.
La pandemia ha multiplicado en los últimos meses el número de ayudas de Cruz Roja a residentes de nacionalidad española en el sur de Tenerife y también ha aumentado el número de familias sin recursos económicos con menores a su cargo sin recursos.
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