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Garoé necesita un donante de médula ósea para sobrevivir: “Tengo un tipo de leucemia que es difícil de curar”

El lagunero de 28 años, a quien le diagnosticaron cáncer en la sangre tras recibir la vacuna contra la COVID-19, reconoce que "estuve a punto de morir"
Garoé necesita un donante de médula ósea para sobrevivir. | DA

Es bien sabido que la vida está llena de incertidumbres: buenas, sorprendentes y otras que dan tal revés que descoloca los planes y las prioridades de cualquiera. Estas últimas suelen estar relacionadas con la salud, tan intrínseca a la existencia y, en ciertas ocasiones, tan subestimada. Garoé Afonso recibió ese golpe con tan solo 27 años. Este tinerfeño, que reside en el municipio de La Laguna, estaba cursando en mayo de este año las prácticas de docencia en una centro escolar y, por ende, tuvo que vacunarse contra la COVID-19, tal y como procedía para el personal educativo por aquel entonces. Una dosis de Moderna, que en principio acarrearía la sintomatología común -dolor en el brazo, escalofríos o fiebre- durante este proceso de inmunización, fue lo que desencadenó la desdicha del joven: leucemia mieloide aguda.

“Comencé a sentirme mal después de recibir la vacuna y me recetaron antibióticos, pero fue el tercer día cuando decidí acudir a Urgencias y comprobaron que algo no iba bien”, cuenta el afectado a este periódico en una conversación telefónica, que puntualiza que tenía los glóbulos blancos disparados, en concreto, “150.000 leucocitosis”.

A Garoé le diagnosticaron cáncer en la sangre el pasado 20 de mayo y admite que ese mismo día estuvo a punto de morir: “En principio, la quimioterapia, que decidieron administrármela rápidamente, me sentó mal, ya que me dio un ataque al corazón y me causó una infección”. Por ello, acabó en la UCI del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria con un 20 por ciento de capacidad en el corazón. Afortunadamente, su situación se fue estabilizando y después de un mes y medio ingresado en el citado centro hospitalario de Tenerife, inició la búsqueda de un donante de médula ósea, su única esperanza para superar la enfermedad.

Garoé necesita un donante de médula ósea para sobrevivir. | DA

“Necesito encontrar a alguien compatible conmigo, lo que supone que la gente se preste a ello”, explica el lagunero, que reconoce que existe poca consciencia e información acerca del proceso de donación porque “parece algo complicado y da miedo”. En nuestro país es voluntario y altruista; de hecho, se rige por el principio de solidaridad internacional. La técnica se realiza mediante la extracción de sangre, filtrando así las células madres necesarias para el paciente durante el trasplante, que en el caso del entrevistado tendría lugar en el hospital grancanario Doctor Negrín. “A la persona no le supone más dificultad que donar sangre y tomar una medicación inocua, sin quirófanos ni médula ósea ni espinal, y obviamente cuanta más gente done, más vidas se podrán salvar”, asegura el joven, que ahora, a sus 28 años recién cumplidos, hace un llamamiento a la solidaridad canaria.

En este sentido, indica que es en el Hospital Universitario de Canarias donde los tinerfeños pueden trasladarse para convertirse en donantes. Además, muestra su gratitud al sistema implementado a nivel internacional para combatir la leucemia: “Hacen las pruebas, las guardan en un registro y al cabo de diez años, por ejemplo, pueden contactar con el donante porque existe una persona en Nueva Zelanda o Japón que necesita las células, que son totalmente compatibles para sobrevivir”. En palabras de Garoé, se trataría de “una especie de hermano gemelo” al otro lado del mundo que está pidiendo auxilio.

El lagunero incide en la importancia de la empatía porque “esto que me ha pasado a mí puede ocurrirle a cualquiera”. “Cuando me diagnosticaron tenía 27 años, soy deportista, me cuido, no fumo ni tampoco tengo patologías previas”. Pese a que Garoé desconoce de momento los plazos con los que cuenta, se muestra optimista: “Confío en que encontraré donante en los próximos meses”.

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