erupción en la palma

Miles de palmeros tiemblan ante el peor volcán de los últimos cien años

Mientras desde la Isla Bonita llegan 4.500 notificaciones por los continuos movimientos sísmicos, las ayudas se suceden en forma de desaladoras portátiles o el consuelo personal de los psicólogos
Imagen de la fajana creada por el volcán al llegar la lava al océano. Twitter

Es como un duelo cuyo fin es aún lejano, como explicó ayer la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, para quien la erupción del volcán de Cumbre Vieja en La Palma está en fase “madura”, de manera que hay que prepararse “para echar bastantes días”.

Pese a que, como dice su compañero del Comité Técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, “la Isla es segura”, lo cierto es que los palmeros viven esta catástrofe con angustia, no en balde la Red Sísmica Nacional ha recibido desde la tierra de los benahoritas más de 1.000 cuestionarios sísmicos a través de su web y más de 3.500 por la app desde el pasado 11 de septiembre, cuando empezó el enjambre sísmico que desembocó ocho días después en la erupción de Cumbre Vieja. En total más de 4.500 estremecimientos personales, de esos que se sienten bien dentro del que lo percibe, como saben de sobra los que han percibido alguna vez el eco de un terremoto, por leve que fuera.

Sin embargo, la ciencia tranquiliza al explicar que los sismos actuales se registran a gran profundidad en Fuencaliente y Mazo, indicativo de que no anuncian nuevas fisuras en la corteza terrestre por un magma que, más de dos semanas después de aquel 19 de septiembre de 2021 que ya es parte de la historia de Canarias, sigue brotando a borbotones desde los altos de Cumbre Vieja para descender hacia una fajana mayor que la que se formó en Garachico, referencia histórica de las mismas. Ayer mismo, alcanzó las 36 hectáreas de tamaño, ampliando la línea de costa 540 metros mar adentro.

Pero, al igual que tiembla la tierra y corre incandescente la lava, son incesantes las ayudas que llegan a La Palma. Ayer mismo, atracaban las desaladoras portátiles que garantizarán el riego en las zonas de cultivo afectadas, y desde Asprocan, tras coincidir en Madrid con el ministro de Agricultura, Luis Planas, han mostrado su satisfacción por el compromiso ministerial de que se cubrirán tanto las pérdidas de producción afectadas de forma directa e indirecta en La Palma por los efectos de la erupción volcánica, como los daños a las infraestructuras agrarias.

Como también ayuda que el Gobierno central aprobase ayer un segundo paquete de ayudas con casi 214 millones para los afectados en La Palma, demostrando cuán falsos eran los bulos de quienes, aprovechándose del dolor palmero, decían que solo les iban a dar los 10 millones aprobados con urgencia la semana pasada.

Aunque hay otras ayudas que no se ven, pero resultan imprescindibles, como las del Gobierno de Canarias, y las que vienen del consuelo personal de los psicólogos desplazados a la Isla y que, con sus palabras de aliento, mitigan en lo posible tantos miles de estremecimientos en los corazones de La Palma.

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