erupción la palma

Un nuevo dedo de lava incrementa los daños materiales antes de llegar al mar

La bifurcación se llevó por delante fincas, depósitos y edificaciones de la costa de Tazacorte; se registra un seísmo de 4,3 en Mazo, aunque los expertos ven “nada probable” que se abra un centro de emisión
El nuevo dedo de lava, discurriendo hacia el mar por la zona de Los Guirres, en la costa de Tazacorte | DA

Una nueva lengua de lava, surgida el miércoles por la tarde a partir de la colada principal del volcán de Cumbre Vieja, a unos 350 metros de distancia del mar, provocó el desalojo de los equipos científicos y efectivos de seguridad y emergencias que se encontraban trabajando en las proximidades a la costa de Tazacorte. Y, como consecuencia del recorrido que han llevado las rocas calientes, se han registrado más daños. Se trata, concretamente, según manifestó ayer el director técnico del Pevolca (Plan de Protección Civil y Atención de Emergencias de Canarias por Riesgo Volcánico), Miguel Ángel Morcuende, de cultivos de plátanos, depósitos de agua y algunas edificaciones que, no obstante, aún están por categorizar.

Sin embargo, a pesar del comportamiento de los fluidos que emanan de la montaña, que se enmarcan en un evento fisural y estromboliano como el actual, la preocupación de los responsables de la gestión de la emergencia se sitúa en la calidad del aire, que ha empeorado de forma considerable a lo largo de las últimas jornadas. De hecho, la consejera insular de Seguridad y Emergencia, Nieves Rosa Arroyo, declaraba a la agencia EFE que desde la primera Corporación de la Isla tenían en cuenta los problemas derivados de la presencia de ceniza en el ambiente, pero que su mayor inquietud era por el olor azufrado que se respira en el Valle de Aridane, que denota altas concentraciones de determinadas partículas que pueden ocasionar patologías, sobre todo, respiratorias.

Aunque si hay un factor que perturba el día a día de los palmeros son los seísmos. A las 12.17 horas de ayer, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) localizó un temblor de magnitud 4,3 al suroeste de Villa de Mazo, que se unía a más de una decena registrados entre dicha localidad y Fuencaliente. Eso sí, frente a la tesis de que pueda surgir un nuevo centro de emisión en esa área, Morcuende quiso aclarar que la posibilidad es “muy escasa”, llegando a decir que incluso se podría considerar “nada probable” por la profundidad a la que se producen. Y es que la explicación del Comité Técnico del Pevolca pasa por que, en la misma medida en que en el sur de la Isla se tuvo constancia del enjambre sísmico que precedió a la erupción, se entiende que el magma está subiendo por ese punto, para luego canalizarse internamente hacia las bocas ya existentes.

Por otro lado, no es menos reseñable que el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) aseguraba alrededor de las seis de la tarde que la actividad del Cumbre Vieja “se ha vuelto más explosiva en las últimas horas”. Además, el organismo que dirige Nemesio Pérez también ahondaba en el hecho de que las emisiones de dióxido de azufre (SO2) medidas a lo largo de la semana, valiéndose de sensores ópticos remotos, arrojan valores que no vaticinan un final próximo para el evento volcánico; no se constatan síntomas de remisión. De hecho, los cálculos apuntan a unas 13.100 toneladas diarias de ese compuesto, que también ha ocasionado percances en la operatividad del aeropuerto de La Palma y en la calidad del aire, que se monitoriza constantemente para estudiar las medidas a tomar en cada momento.

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