
Este CD Tenerife también sabe ganar los partidos sufriendo y, como dijo su entrenador en la previa, con un cuchillo entre los dientes defendiendo un marcador favorable. No lo pasaron nada bien los blanquiazules ante un Girona que puso en serios aprietos a un equipo que se adelantó en la primera parte gracias a un golazo de Mellot, pero que tuvo que recuperarse del empate del Girona para acabar ganando gracias a un Enric Gallego que ya va cogiendo el ritmo deseado. Así recuperan la tercera posición en la clasificación y vuelven a estar a un punto del ascenso directo.
Gallego recuperó la titularidad frente al Girona. Fue la primera gran noticia que dejó el partido contra el club catalán. El delantero salió de inicio, siendo uno de los cambios que efectuó Luis Miguel Ramis en el once inicial. No fue el único, ni mucho menos, ya que el míster tarraconense hizo otras seis más. Mellot, Carlos Ruiz y Álex Muñoz sustituyeron en la zaga a Moore, León y Pomares.
En la medular, Aitor Sanz y Corredera sustituyeron a Larrea y Míchel, mientras que en el ataque Elady jugó en la izquierda en el lugar de Bermejo y el mencionado Gallego entró en sustitución de Mollejo. Nuevamente, Ramis mantiene a todo su vestuario activo.
Tras casi diez minutos estudiándose, el CD Tenerife fue el primero en probar fortuna. Elady disparó arriba desde la frontal del área después de haberse ido desde la izquierda hacia dentro con facilidad.
Los siguientes minutos fueron de dominio local frente a un adversario parapetado en su campo, bien cerrado y dejando pocos huecos. Pero Mellot encontró uno en el minuto 12.
El francés se atrevió a lanzar un misil lejano para ver cómo estaba de reflejos Juan Carlos y el obús no encontró resistencia en la muralla gerundense. El imparable esférico se coló en la meta catalana convirtiéndose en el 1-0. Empezaba bien la noche en el Heliodoro.
Tras arrancar bien, el Tenerife perdió el dominio del balón y fue el Girona el que empezó a crecer, aunque sin llegar a crear ocasiones claras de gol en la portería de Soriano.
En la recta final de la primera parte, en una contra, Álex Muñoz pudo haber marcado el 2-0 después de asistir Shashoua. Así acabó unos 45 minutos en los que el Tenerife fue de más a menos.
En la caseta se quedó Aitor Sanz, que en el primer acto había visto una cartulina amarilla, y entró en su puesto Pablo Larrea.
No arrancó bien el segundo tiempo para el Tenerife, pues en el 46 empató Álex con un golazo que se introdujo por la escuadra de la meta defendida por un impotente Soriano. El del Girona se fue bien de Corredera en la frontal del área y enganchó un disparo imparable para el meta blanquiazul. Salida fría del equipo que pagaba muy cara. Y la avería pudo haber sido peor si Soriano no hubiese repelido un potente chut de Álex Baena. Minuto 50 y la preocupación iba en aumento.
Tanto que Ramis no tardó en reaccionar. En el 54 metió en el campo a Bermejo y Mollejo, en sustitución de Rubén Díez y Sam Shashoua.
El entrenador local trataba que el partido cogiera ritmo, que se jugara a más pulsaciones de lo que se estaba jugando.
Poco a poco el Tenerife le fue robando protagonismo y metros del campo a un Girona que, eso sí, cuando atacaba creaba dudas a la defensa local. Pero los blanquiazules fueron ganando la partida y madurando un segundo gol que aguardaba ansiosa la grada del estadio.
Se demoró en llegar hasta el minuto 80, que fue cuando Elady asistió con un centro al área a un Enric Gallego que, colocado donde deben estar los asesinos del área, puso su zurda para rematar al interior de la portería del Girona. Era el 2-1 que enloquecía a la hinchada chicharrera.
Pero no duró en exceso la alegría entre los locales, porque la expulsión de un Larrea que estaba haciendo buen partido complicó el tramo final del encuentro. Tarjeta roja directa que mandó a los vestuarios al mediocentro tinerfeñista, que se pierde el encuentro del próximo fin de semana. Con 10, el Tenerife tenía que aguantar un marcador muy favorable.
Ramis trató de tapar el agujero en la medular sacando a Sergio González, por Elady, en el 89, y poco después, en el 90, a Moore por Gallego.
Los últimos instantes fueron de infarto en el terreno de juego. El Girona lo intentó con poco fútbol, el Tenerife se defendió y hasta pudo hacer el 3-1 en un mano a mano que Mollejo tuvo ante Juan Carlos, pero el meta del Girona tapó por abajo el disparo del blanquiazul.
Con esa ocasión acabó un partido que devuelve al Tenerife a la tercera posición de la tabla y a un punto del ascenso directo.