Si alguien cuestionase que el entusiasmo y la energía no tienen por qué ser características vinculadas a la juventud, bastaría, por ejemplo, con que acudiese a un concierto de Bonnie Tyler (Neath-Port Talbot, Gales, Reino Unido, 1951) para que las dudas se evaporasen al poco tiempo de que la cantante galesa comenzara a interpretar cualquiera de sus temas con esa voz rasgada, llena de arena, con la que la naturaleza la dotó. Justo lo mismo que se pudo afirmar hace apenas nueve días con la visita de Raphael a Tenerife. Quizás en eso consiste la vocación.
Esta vez fue el Pabellón Santiago Martín, en La Laguna, el que recibió a una gran figura de la música, cuya gira recalaba por primera vez en Canarias. La inolvidable intérprete de It’s a Heartache, Total Eclipse of the Heart u Holding Out for a Hero se encuentra desde 2019, pandemia mediante, dando a conocer por toda Europa los temas de su disco más reciente, Between The Earth And The Stars.
Pero, claro, un concierto de Bonnie Tyler como el que ofreció anoche en Tenerife o la noche del viernes en Gran Canaria, ambos dentro del Festival Mar Abierto, no estaría completo si la intérprete no abordase algunas de las composiciones a la que su voz ha dado alma. Y esta vez tampoco fue la excepción. De manera que el público que tuvo la oportunidad de escucharla en esta cita, que tuvo además como atractivo añadido a Said Muti de artista invitado, volvió a maravillarse. Casi no podía ser de otra manera.