cultura

Eivind Gullberg dirige a la OST en la ‘Sinfonía del Nuevo Mundo’

El Auditorio de Tenerife cuelga el cartel de 'entradas agotadas' para un concierto que contará este viernes como solista invitado con el violonchelista Alban Gerhardt
Eivind Gullberg se pondrá este viernes por primera vez al frente de la OST. / Mat Hennek

La Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) afronta el viernes (19.30 horas) un nuevo concierto de temporada, con las entradas agotadas, en el que destaca la interpretación de la Sinfonía del Nuevo Mundo, una de la obras más conocidas de Dvorak. El programa, dirigido por Eivind Gullberg, que se estrena en Tenerife, incluye también la Orkesterdialogar, de Vaage, y el Concierto para violonchelo y orquesta de Edward Elgar, que contará con la participación como solista del chelista alemán Alban Gerhardt.

La segunda parte del programa en el Auditorio de Tenerife será cuando la OST aborde la Sinfonía del Nuevo Mundo, nombre más popular de la Sinfonía n.º 9 de Antonín Dvorak, que tiene su origen en la fascinación del compositor con Estados Unidos, donde establece su residencia en 1892 cuando es invitado a dirigir el Conservatorio Nacional de Música de Nueva York.

Dvorak pronto se interesó por la música popular y especialmente por la música negra, precursora de lo que habría de venir durante el siglo XX (jazz, swing, rock, blues…). Llama la atención la defensa que el compositor hace de los espirituales negros, especialmente evidente en el segundo movimiento, o el carácter mágico de algunas armonías que varios autores relacionan con su interés por El canto de Hiawatha, de Longfellow, un relato épico sobre los indios americanos.

El concierto comenzará con una obra contemporánea: la Orkesterdialogar, de Knut Vaage (Bergen, 1961). Este compositor noruego es reconocido por su ópera Noko kjem til å komm (Alguien vendrá), del año 2000, basada en la obra de teatro homónima de Jon Fosse. En la obra que interpretará la Sinfónica de Tenerife se incorporan nuevos elementos estilísticos, como amplificación electrónica y distorsión del sonido; el diálogo musical se convierte en el elemento principal y definitorio de una excepcional estructura orgánica.

La segunda pieza que interpretará la Orquesta Sinfónica de Tenerife será el Concierto para violonchelo y orquesta de Edward Elgar, una obra que fue estrenada con poco éxito en 1919. Esta composición, estructurada en cuatro movimientos, está considerada una elegía contemplativa tras el desastre sufrido por Europa durante la Gran Guerra. La partitura, que fue interpretada en su día por Pau Casals, no disfrutó del reconocimiento del público hasta la aparición de Jaqueline Dupré, la chelista referente de esta composición por sus distintas interpretaciones, siempre intensas.

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