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El Eibar y los errores del árbitro dejan al Tenerife sin Copa (1-2)

El Eibar echa del Torneo del KO a un Tenerife que sufrió los graves errores arbitrales
Tenerife-Eibar. Sergio Méndez
Tenerife-Eibar. Sergio Méndez

El Eibar echa del Torneo del KO a un Tenerife que sufrió los graves errores arbitrales. El trencilla no pitó un penalti claro sobre Sam Shashoua y, lo que es peor, anuló un tanto legal de Apeh que hubiese supuesto el empate a dos y llevar la eliminatoria a la prórroga

El CD Tenerife queda apeado de la Copa del Rey sintiendo rabia y frustración. El Eibar no fue mejor que los blanquiazules. Se limitó a aprovechar dos graves errores de su contrario y las ayudas que les brindó el colegiado Luis Mario Milla Alvéndiz, quien entra directamente en la lista negra de árbitros para la afición chicharrera. El trencilla andaluz, y sus asistentes, entre otras muchas cosas, no señalaron un claro penalti cometido sobre Shashoua en el arranque de la segunda parte y, lo que es más grave, anuló por fuera de juego un gol de Apeh que debería haber subido al marcador. No pudieron superar los de Ramis a dos contrarios y así la Copa se acaba esta campaña para un Tenerife que se centra en la Liga.

Los problemas para el Tenerife empezaron muy pronto. El Eibar cobró ventaja en el marcador cuando apenas se habían disputado 11 minutos de juego y fruto de un error de tensión defensiva. Es justo decir que el gol armero nace de un error arbitral, que en la acción previa pitó una falta a favor del Tenerife que no hizo efectiva. Eso descentró a los blanquiazules, especialmente a un Moore que perdió un duelo con un Rahmani que llegó a la línea de fondo con facilidad. Puso un buen centro para que Quique rematase a placer al meta hispano-venezolano. No desaprovechó el regalo el club eibarrés, al que se lo puso muy fácil el equipo local.

Tardó en asumir el golpe el Tenerife, que tocó la puerta de Cantero en el minuto 18. Se revolvió Apeh dentro del área y sacó un disparo raso que detuvo el meta contrario. Ese fue el único bagaje exclusivo de un Tenerife carente de profundidad, intención e intensidad para empatar una eliminatoria que se pone cuesta arriba.

La segunda parte comenzó con cambios y con otro error arbitral que perjudicó al Tenerife. Entraron Mellot y Shashoua, por Pomares y Thierno. Se colocó en el lateral zurdo el francés, mientras que Moore se mantuvo en la derecha. Nada más reanudarse el duelo, el colegiado Milla Alveniz se tragó un penalti clarísimo cometido sobre Sam Shashoua. Golpearon al inglés, que quiso seguir la acción y no se fue al suelo, lo que acabó perjudicándole. Minuto 52.

Pero esa jugada fue un síntoma claro que algo había cambiado en el Tenerife. El juego mejoró mucho y la intensidad en todas las facetas ni vale la pena ni decirlo. Pero apuntalar esa mejoría Ramis siguió haciendo cambios. Entraron Larrea y Míchel (por Aitor y Corredera) en el 59 y diez minutos más tarde el quinto cambio fue el de Enric por Rubén. Se la jugó con todo el preparador local.

Y recogió los frutos pronto. Primero a los blanquiazules se les anuló un gol a Apeh por fuera de juego. Acertó el asistente en el minuto 71. Pero no se descentraron los tinerfeñistas, que siguieron a lo suyo. Tanto que en el 74 marca el empate Sergio González tras cabecear un buen centro de falta de Míchel. Más que merecido el tanto de la igualada y el Tenerife quería más.

Pero cuando mejor estaba el cuadro de Ramis, marcó el segundo el Eibar. Falta directa tirada por Edu Expósito que se traga Dani Hernández. Jarro de agua fría en el Heliodoro del que el Tenerife tardó en reaccionar.

No obstante lo hizo pero el colegiado, que pitó todo en contra del Tenerife, se equivocó gravemente anulando otro gol a los locales. Su asistente esta vez sí erró señalando un fuera de juego inexistente en una acción en la que Apeh logró marcar. Gravísimo error arbitral que a la postre le costaría la eliminación al Tenerife. Cabe recordar que en la Copa no existe el VAR. De existir, esta jugada hubiese sido corregida sin discusión.

Lo intentó hasta el final el cuadro tinerfeño, pero no pudo rehacerse ante un rival que hizo poco y aprovechó las graves equivocaciones del colegiado.

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