
El Buque Escuela Velero Cuauhtémoc de la Secretaría de Marina de México (Semar) atracó ayer, a las diez en punto de la mañana, en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Y lo hizo ante la atenta mirada de los medios de comunicación, de representantes de la Embajada de México en España, del Consulado Honorario de México en Tenerife, de la comunidad mexicana residente en Canarias, de chicharreros y también de extranjeros que visitan la Isla en cruceros, que no quisieron perderse la llegada de este velero con casi 40 años de vida y que destaca por formar en valores a los miembros de la Heroica Escuela Naval Militar de México y por transmitir un mensaje de paz y de buena voluntad por el mundo. El mismo fondea las aguas de la capital por novena vez en su historia.
EL BARCO Y EL VIAJE
El buque Cuauhtémoc, que tiene un total de 90 metros de eslora y 23 velas, y que es conocido como Embajador y Caballero de los Mares, llegó a puerto entre aplausos, ondeando una enorme bandera mexicana en su popa, con parte de sus oficiales y sus 62 cadetes subidos a las vergas, y con música en vivo de su mariachi a bordo, uno de los mejores de aquel país, que alegró la mañana de los presentes.
Una cita en la que el capitán del navío del Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, René Cano Ávila, explicó al público que acudió a su llegada que “es un honor para la tripulación hacer escala en Santa Cruz de Tenerife”. Una parada que forma parte de su crucero de Instrucción Expo Dubái 2020 en el que viajan a bordo 249 personas y de las que 28 son mujeres, 10 de ellas cadetes. Casi 250 personas tienen su propia función dentro del buque, se distribuyen alrededor de sus tres palos y muestran un claro amor por el mar y la navegación. Ahora mismo suman cinco meses en el mar, en un trayecto que comenzó el 16 de julio de 2021 en Acapulco y que tiene previsto terminar en Río de Janeiro, a donde partirá cuando abandone la Isla. Desde su salida, el Buque Escuela Velero Cuauhtémoc ha pasado por el Canal de Panamá, Cozumel, Norfolk (Estados Unidos), Cádiz, la isla de Creta, el Canal de Suez, Dubái, Malta, Barcelona y Valencia.
Serán casi siete meses en alta mar que no son fáciles de llevar, porque “se echa mucho de menos a la familia”. Es lo que contó la cadete Arancha Serrano a DIARIO DE AVISOS, en un breve y agradable paseo por las instalaciones del buque. Una joven de tan solo 22 años que aseguró amar la navegación y que explicó que para dedicarse a ello es necesario tener “pasión, convicción y, además, mucha disciplina”. Los malos momentos, indicó, se sobrellevan porque, “al final, todos los tripulantes nos ayudamos y nos arropamos, y conseguimos ser como una segunda familia”.
En su caso, lo más difícil durante este viaje ha sido pasar 29 días sin tocar tierra. Algo que se dio, dijo, durante el trayecto de Creta, en Grecia, a Dubái, en Emiratos Árabes.
Si nos preguntamos cuál es el objetivo de esta cadete cuando termine su formación, señala: “Me graduaré, tendré un año de guardia marinas, y después tendré un examen de promoción para ser teniente de corbeta. Al terminar, me asignarán un buque en el que podré tener más responsabilidades”, explicó la joven visiblemente ilusionada.
DISTINCIONES Y RECONOCIMIENTOS
El buque Cuauhtémoc ha recibido numerosos premios y, concretamente, ocho reconocimientos honoríficos por participar en importantes festividades y eventos marítimos, que se encuentran representados con una estrella en los mamparos de estribor y babor, en el área del combés. Y es que este buque escuela llama la atención, según indicó el embajador de México en Tenerife, Óscar Esparza Vargas, por recorrer el mundo, navegando los océanos y los mares, y llevando un mensaje de paz y buena voluntad de la Armada de México y del pueblo mexicano. “Les doy la más cordial bienvenida a la isla de Tenerife. Es un privilegio y un gran honor para mí recibirles tras navegar durante más de cuatro meses. Es un viaje de primeras veces; la primera vez que el velero viaja a Dubái, que navega por el Golfo Pérsico, que cruza el Canal de Suez de sur a norte, que viaja personal diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores a bordo, y que un gran mariachi también lo hace. Por eso me encuentro muy emocionado. Este barco tiene una personalidad única y muy mexicana que se aprecia en cada uno de sus rincones”, leyó el diplomático en su discurso, en el que, además, invitó a los cadetes que se encuentran en proceso de formación a seguir siendo “mexicanos ejemplares en todas sus actividades” y a “continuar enarbolando orgullosos el pabellón de México en todos los puertos del mundo”.
VISITAS
El barco permanecerá atracado en el muelle Ribera de la Dársena de Los Llanos, frente al Cabildo de Tenerife, hasta el jueves 19 de enero. Se podrá visitar, cumpliendo todos los protocolos para evitar la propagación del virus de la COVID-19, desde las 10.00 hasta las 20.00 horas. Sin duda, esta es una oportunidad para disfrutar, por fuera y por dentro, de este buque que trabaja para difundir valores como el honor, el deber, la lealtad y el patriotismo. Y que, a lo largo de casi cuatro décadas, ha visitado 212 puertos de 64 países diferentes, ha pasado casi 6.000 días en alta mar, ha navegado cerca de 800.000 millas náuticas, que equivale a dar 35 vueltas alrededor del mundo, y que ha formado a más de 30 generaciones de capitanes, oficiales, cadetes y personal de clases y marinería.