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García Egea dimite y Casado se desmorona

Tras la renuncia del secretario general del PP por la presión de los barones, el líder del partido busca “una salida digna” con un congreso extraordinario que auparía a Feijóo
TEODORO GARCÍA EGEA, MANO DERECHA DE PABLO CASADO, PRESENTÓ AYER SU DIMISIÓN Y HOY EL AÚN PRESIDENTE DEL PARTIDO CELEBRA UNA REUNIÓN CLAVE CON LOS BARONES PARA EL FUTURO DEL PP.
TEODORO GARCÍA EGEA, MANO DERECHA DE PABLO CASADO, PRESENTÓ AYER SU DIMISIÓN Y HOY EL AÚN PRESIDENTE DEL PARTIDO CELEBRA UNA REUNIÓN CLAVE CON LOS BARONES PARA EL FUTURO DEL PP.
Teodoro García Egea, mano derecha de Pablo Casado, presentó ayer su dimisión y hoy el aún presidente del partido celebra una reunión clave con los barones para el futuro del PP.

Ya es un hecho. El Partido Popular de Pablo Casado ha implosionado desde dentro antes de que explotara empujado por una corriente abrumadoramente mayoritaria de sus fieles a favor de la controvertida figura de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, quien ayer vio cómo la Fiscalía Anticorrupcción abrió diligencias por la contratación por vía urgente (por otra parte, habitual en todo tipo de administraciones por aquellas fechas) para la adquisición de mascarillas antiCovid en una operación que, como ella mismo ha admitido, se benefició su hermano, cuanto menos como comisionista.

Era imposible que Casado, quien ha convocado un congreso extraordinario del que seguramente saldrá como su sucesor el actual presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, soportase no ya la presión de grandes grupos mediáticos de la capital -claramente a favor de Díaz Ayuso salvo en algún caso aislado- sino la catarata de dimisiones que se produjeron en estos días y sobre todo ayer entre sus principales colaboradores.

Desde el principal portavoz del PP estatal, José Luis Martínez-Almeida, hasta la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del Partido Popular, Andrea Levy, pero también Cuca Gamarra, Javier Maroto, Ana Pastor, Dolors Montserrat… Hasta el presidente murciano, Fernando López Miras (quien le debe el cargo a las maniobras de Casado cuando Ciudadanos quiso descabalgarlo), ha saltado del barco a tiempo, antes de que semejante naufragio se lo llevase por delante.

Pero sin duda el punto de inflexión ha sido la dimisión de Teodoro García Egea, hasta ahora número ‘dos’ del partido y personaje clave en la reciente trayectoria política de Pablo Casado, pero también relevante para la historia reciente de Canarias, cuya actividad política se ve afectada directamente, por cuanto se trata del gran aliado nacional de Fernando Clavijo, el hoy secretario general de Coalición.

Clavijo, cuando más apretaban sus problemas en los tribunales, no dudó en derechizar a su partido (lo que, en Justicia, no le acabó viniendo nada mal) e urdió con García Egea un pacto para continuar en la Presidencia con tanta torpeza que lograron espantar entre ambos a un aliado natural como era Casimiro Curbelo, el líder de la ASG que reconoció apostar por pactar con el PSOE de Ángel Víctor Torres, la Nueva Canarias de Román Rodríguez y hasta con Sí Podemos Canarias (Noemí Santana) porque la opción de CC y PP (pese a su afinidad con Clavijo) le parecía “poco seria”.

Por el camino, García Egea forzó la dimisión de su líder en Canarias, Asier Antona, quien no se plegó a que un partido como el PP fuera en las Islas una mera ‘muleta’ de CC. Un lastre contra el que ahora lucha Manuel Domínguez.

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