La catástrofe provocada por el volcán de La Palma sigue dejando historias valiosas, como la que hoy protagoniza la guerrera palmera Hilda, que a sus 85 años lucha porque su familia salga adelante tras la erupción: “Hay mucho por hacer”, afirma mientras limpia con una pala y un cubo las grandes cantidades de ceniza depositadas junto a la fachada de su vivienda.
La octogenaria es un puro ejemplo de resiliencia y advertía a su nieta de lo que no se debe hacer ahora: “No pierdas tiempo, que nos queda mucha vida juntas y somos muy afortunadas porque nuestra casa no se la llevó el volcán. No necesitamos ayuda, nosotras mismas podemos hacerlo solas”.
La historia de Hilda, ocurrida este mismo lunes, es conocida gracias al equipo de fotógrafos de ‘I love the world’, empresa tinerfeña desplegada en La Palma para cubrir la erupción y sus consecuencias. Ahora, los fotógrafos que han tomado imágenes aéreas del estado de las viviendas de forma altruista, recogen también los testimonios de los protagonistas.