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Objetivo: salvar a la abeja negra canaria

El colectivo de criadores promueve que Tenerife sea declarada reserva especial para proteger la abeja negra canaria, la “mejor especie del mundo”
Abeja negra canaria
Objetivo: salvar a la abeja negra canaria
Objetivo: salvar a la abeja negra canaria

Proteger la abeja negra canaria para evitar su desaparición a medio plazo. Ese es el objetivo de una campaña puesta en marcha por los criadores de la especie para pedir a las administraciones que declaren a Tenerife como reserva única con el fin de garantizar la conservación, recuperación y selección de estos insectos autóctonos, considerados “los mejores del mundo” por su prolongada vida, alta productividad y ausencia de agresividad.

La petición, que cuenta con el apoyo de 1.500 firmas y el respaldo institucional de ayuntamientos como Granadilla de Abona, Arona, Adeje, Guía de Isora, Santiago del Teide y San Miguel de Abona, se presentó formalmente la semana pasada y será remitida al Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

“La abeja está considerada como el insecto más valioso para el ser humano y la naturaleza, por ser el anillo fundamental de la cadena alimentaria. Su infatigable trabajo de polinización garantiza más del 40% de la producción de alimentos y el 80% de las plantas dependen de este proceso”, declaró a este periódico Juan Morales, presidente de los Criadores de Abeja Negra Canaria (Crianca), que no dudó en asegurar que “si las abejas se acaban, se acaba el mundo”, ya que “sin polen no hay fruto y sin abeja no existe polinización ni alimentos”. A su juicio, si no se adoptan medidas de protección, la raza se verá “seriamente amenazada” en un plazo de dos años.

La práctica de la apicultura en Canarias se ha caracterizado en las últimas décadas por una “desmesurada producción de especies foráneas, lo que ha provocado una paulatina erradicación de la raza local, lo que agrava el peligro de extinción”, se advierte desde Crianca. Pero el mayor enemigo es el ácaro Varroa, que afecta tanto a las crías como a las abejas adultas, cuyos daños no solo devienen de su acción expoliadora, sino porque favorece la aparición generalizada de infecciones víricas y bacterianas.

La asociación, con sede en Granadilla de Abona, promueve como principal objetivo la cría, protección y utilización de la abeja negra canaria en la agricultura tradicional de Tenerife. Actualmente existen alrededor de 17.000 colmenas activas en la Isla, gran parte de ellas en el Sur. Se calcula que el número de colmenas de abeja negra canaria asociadas a Crianca repartidas por el Archipiélago supera los 500.

Desde la asociación se subraya que “es el momento de gritar al mundo que no dependemos solo del desarrollo de una guerra, de la aparición de un virus, de los cambios económicos y geoestratégicos o de los grupos de poder”. Su presidente lo resume en un comentario: “Ya es hora de entender, de una vez por todas, que dependemos de nuestra madre tierra y que los animales, plantas y seres vivos son fundamentales para nuestra existencia”.

Durante el acto de presentación de la iniciativa, el alcalde de Granadilla de Abona, José Domingo Regalado, destacó la labor de Crianca y subrayó la importancia que Tenerife forme parte de la red de protección de la preciada abeja negra canaria, mientras que el primer teniente de alcalde, Marcos González, felicitó al colectivo por aportar su “granito de arena” en pro del sector primario.

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