Ópera de Tenerife se alzó anoche con un nuevo hito. El reto, no carente de dificultades, implicaba un alto caudal de arrojo y valentía, y se enmarca en la línea que distingue a la abierta tarea que ha emprendido nuestro Auditorio. Florencia en el Amazonas desplegó en su integridad la riqueza musical que su autor, el mexicano Daniel Catán Porteny, supo dar a su mensaje, con el que llega a romper la habitual estructura del género, aportando una experimental búsqueda, con la que consigue mantener la atención del público, como anoche pudimos apreciar.
Desde el inicio, con el alegre arcoíris escénico del mercado ante el gran río selvático, contando con la cuidada intervención del coro, una vez más acertadamente dirigido por Carmen Cruz, y hasta el final con el sutil revoloteo de las mariposas, los dos actos discurrieron en un ágil despliegue escenográfico, de admirable originalidad y belleza. Pedro Halffter y la Orquesta Sinfónica de Tenerife hicieron crecer la obra, que discurre por cauces de pulcra elegancia, prevaleciendo la armónica conjunción instrumental, con sorprendentes matices del arpa y el cuidado contrapunto del tambor metálico.
Fue el de anoche el momento esperado para cuantos han ido entregando esfuerzos días tras día, marcando con su buen hacer un todo de acertado equilibrio, que llegó con intensidad al público. El pulmón del planeta y la reconciliación en el amor se irán imponiendo, con la magia del discurrir sobre las aguas del gran río, navegando en El Dorado y envueltos en el latir de la naturaleza en compañía de la diva Florencia Grimaldi, que desea recuperar su natural semblante y desterrar por siempre la vanidad del halago, para reencontrar su inicial fortaleza, que aflorará entre el aleteo de las mariposas esmeralda.
Pedro Halffter consolidó el acierto con el que sabe afrontar el complejo cometido de dar amplitud a las obras. Supo recrear los momentos que precisan de ágil enlace y piden desplegar espacios para alcanzar la solícita dimensión. En Florencia en el Amazonas consiguió mantener la atención del público, inquieto y expectante, dado que la obra nos ofrece multitud de instantes, llenos de belleza, que sugieren redescubrir el Teatro de Macondo, inmerso en el realismo mágico que Marcela Fuentes Berain supo trasladar para universalizar si cabe más el mensaje de esperanza y la llamada de atención a cuantos compartimos el deambular sobre la piel del planeta, sin ser ajenos al lacerante mal que le infligimos.
El elenco de voces cubrió con soltura su cometido, Los aplausos no se hicieron esperar y fueron especialmente merecidos para las sopranos Sandra López (Florencia) y Lina Mendes (Rosalba), y del máximo nivel para Airam Hernández, que volvió a sorprender por su rigor y dominio. Airam Hernandez estará de nuevo en el Auditorio el próximo 8 de abril para intervenir en el programa de la Sinfónica de Tenerife, dirigida por Víctor Pablo Pérez y compartiendo escenario con Raquel Lojendio, Gabriel Bermúdez y la Coral Reyes Bartlet.
La producción Florencia en el Amazonas reúne atractivos que estamos seguros sorprenderán en cualquier otro escenario. Por lo pronto, esta misma semana estará en nuestro Auditorio a disposición del público, jueves y sábado, y merece la atención y el reconocimiento.