El grado de satisfacción de los afectados, ante el reciente acto presidido por los reyes para rendir homenaje a la ejemplaridad del pueblo palmero, es desigual. Algunos de los homenajeados en el acto, entre ellos Lucía Rosa González, que lo perdió todo bajo la colada, calificó de “decepcionante” ese gran homenaje celebrado en el espacio conventual del Museo de San Francisco, por cuanto “fue una entrega de medallas a la ejemplaridad del pueblo de La Palma sin el pueblo”.
No es la única. Los afectados, agrupados en dos plataformas y en hasta cinco asociaciones de vecinos, se han visto sorprendidos por hechos que algunos califican de “inauditos” y “de una clara actitud de vulneración de nuestros derechos”. La afirmación se justifica en la retirada de pancartas reivindicativas de balcones en viviendas privadas de la Calle Las Adelfas, a 50 metros del Museo Benahorita, que acogió la XXVI Conferencia de presidentes, una retirada “llevada a cabo por parte de trabajadores del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane”, confirmaron dos de los propietarios.
Hablan de una sensación de abandono después del intenso fin de semana informativo. “Apenas nos han visto”, dijeron en declaraciones a este periódico. Permanecieron horas sentados en la plaza de Los Llanos, con pancartas en las que se exponían sus reivindicaciones. “No parece real lo que estamos viviendo; despertamos interés mientras perdimos y lloramos, mientras desalojamos las casas que luego se llevó la lava y ahora no pintamos nada, somos molestos e incómodos; ahora ya no tienen interés nuestras lágrimas”, indicaron.
En la otra cara de la moneda, los enormemente satisfechos con la visita de los reyes, que se encontraron con quienes no quisieron perder la oportunidad de ver pasar a sus majestades. Muchos valoran el gesto de los monarcas de pasear una de las más emblemáticas calles de la ciudad, la primera de España en elegir a sus regidores por sufragio en 1773.
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