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Caso Pinganillo en Tenerife: anulado oficialmente el examen donde hubo trampas tecnológicas

El tribunal calificador decide repetir el examen el 19 de julio tras destaparse en DIARIO DE AVISOS las ‘trampas’ de un aspirante mediante una microcámara y un auricular
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Caso pinganillo en Tenerife
Caso pinganillo en Tenerife: anulado oficialmente el examen donde hubo trampas tecnológicas (Imagen de archivo).

Primeras consecuencias oficiales del llamado caso Pinganillo en Tenerife. Como se preveía, el Tribunal calificador de las pruebas de acceso a la Policía Local de Tacoronte ha informado internamente al Ayuntamiento sobre su decisión de anular el examen durante el cual se detectaron indicios de que se estaban haciendo trampas gracias al uso de herramientas tecnológicas.

Como el examen en cuestión, que tuvo lugar en la tarde del pasado martes en la Casa de la Cultura tacorontera, no llegó a completarse, al ser interrumpido en cuanto se advirtieron tales irregularidades, la legislación vigente no obliga a repetir también las pruebas ya celebradas del mismo proceso (físicas, psicotécnicos), por lo que dicha comunicación interna, a la que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS, solo añade que se ha fijado el próximo 19 de julio como la fecha elegida para celebrarlo de nuevo.

A este respecto, el alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz, ya anticipó a este periódico que han contactado con la Universidad de La Laguna al objeto de que esta vez se cuente con inhibidores de frecuencia en la sala donde se celebre (aún por determinar) y así garantizar esta vez el normal desarrollo de la prueba.

Medida preventiva en La Laguna tras conocerse el Caso Pinganillo en Tenerife

La adopción de la misma medida preventiva se estudia igualmente en La Laguna, que pronto celebrará su propia selección para la Policía Local de la Ciudad de Los Adelantados. Fue el sindicato CSI-F el que alertó de que el candidato que abandonó el examen de Tacoronte de forma súbita y coincidiendo con el descubrimiento de las anomalías también está reconocido como aspirante a una de las plazas en La Laguna.

Respecto a las irregularidades en cuestión, cabe recordar que uno de los miembros del tribunal tacorontero escuchó durante el examen un bisbiseo que procedía del interior de uno de los bolsos y mochilas que los aspirantes dejaron en un rincón de la sala donde se llevaba a cabo y descubrió que el sonido procedía de un teléfono móvil con una llamada activa desde hacía ya rato, y que, a través del cual, se daban las respuestas correctas desde el exterior.

Incluso se llegó a escuchar indicaciones como “pasa la página”, de lo que se deduce que la persona del exterior (se sabe que era una mujer) podía ver las preguntas, seguramente gracias a una microcámara que llevaba (además del correspondiente pinganillo) el máximo beneficiario de la artimaña descrita.

Una desconexión accidental del Bluetooth destapó el Caso Pinganillo en Tenerife

Una desconexión accidental del Bluetooth, la tecnología que permite la comunicación inalámbrica de datos a corto alcance entre dispositivos digitales y que es básica hoy en todo teléfono móvil, fue clave para descubrir en Tacoronte el caso Pinganillo, que versa sobre presuntas trampas para falsear el acceso a la Policía Local y que tiene ramificaciones de distinto alcance en otros ayuntamientos.

Siempre con la reserva propia de ceñirse solo al relato que se le facilita de los hechos, el reconocido perito informático forense tinerfeño, Cecilio Sanz, entiende que lo más probable es que “al desconectarse el Bluetooth, los mensajes del exterior dejaron de transmitirse a su destinatario a través de un pinganillo de fácil disimulo por su diminuto tamaño.

Por eso el murmullo empezó a escucharse desde el móvil, lo que facilitaría su localización”. Confirma Sanz que este tipo de artimañas son harto conocidas desde hace tiempo, si bien reconoció que, en el decenio durante el que ha desempeñado su labor pericial en juzgados de la Isla, no recuerda un caso similar a este.

En cuanto al coste de la tecnología necesaria, detalla que “es muy accesible, al poderse comprar por Internet tanto la microcámara como el pinganillo por menos de 200 euros”. Adquirir los inhibidores tampoco es una ruina: “Por unos 100 euros o poco más se pueden adquirir con ciertas garantías”, añade.

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