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Daniel Sánchez Arévalo: “El cine hay que vivirlo”

El cineasta y escritor ha participado en las II Jornadas sobre el Oficio Cinematográfico del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria
Daniel Sánchez Arévalo. / DA

Por Benjamín Reyes

Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) saltó a la palestra en 2006 tras ganar el Goya por su ópera prima, Azuloscurocasinegro. Sin embargo, tras de sí ya tenía un puñado de exitosos cortometrajes, como Exprés o Profilaxis, así como una reputada carrera como guionista en series como Farmacia de guardia y Hospital Central. Finalista del premio Planeta con la novela La isla de Alice, ha estado en el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria participando en las II Jornadas sobre el Oficio Cinematográfico, donde compartió espacio con otros grandes nombres del cine español, como Daniel Monzón, Raul Arévalo o José Coronado.

-¿Qué función cumplen las jornadas de cine del Festival de Las Palmas?
“Acercar al público el oficio de hacer películas. La gente siente curiosidad por saber qué hay detrás del cine que ve. Se sorprende del esfuerzo (humano y económico) tan grande que hay que hacer para rodar un minuto de una película”.

-Su padre es pintor y su madre es actriz. ¿De casta le viene al galgo?
“Al principio fui un hijo rebelde y decidí estudiar Empresariales. Fui por otro camino. Sin embargo, desde que tengo uso de razón recuerdo estar en una sala de cine o entre cajas viendo una función de mi madre. Al final el arte se te acaba de meter en las venas sin darte cuenta”.

-Lo primero que vi suyo fue el cortometraje ‘Exprés’, donde explora el tema de la relación maternofilial, lo cual repite en trabajos posteriores en su versión paternofilial.
“A mí lo que me interesa es el microcosmos que nos rodea, el de la familia y los amigos más íntimos, donde las emociones están a flor de piel y todo se vive de una manera más intensa. Por eso la familia es un tema recurrente en mi filmografía, ya sean padres, hermanos o primos”.

-De su etapa en el cortometraje concita mi atención ‘Profilaxis’, donde hace comedia gamberra sobre el sexo anal. ¿Por qué no ha seguido por esos derroteros?
“Me gusta probar diferentes maneras de contar historias. Pasar del drama a la comedia, y viceversa. Por ejemplo, en uno de mis primeros cortometrajes, Gol, en solo tres minutos se pasa de la comedia al drama. Abordo dramedias o comedias íntimas. En cada película que he hecho hay un tono diferente. Creo que Diecisiete es donde he combinado mejor el drama con la comedia”.

-¿Por qué Quim Gutiérrez, Antonio de la Torre y Raúl Arévalo son sus actores fetiche?
“Porque son los mejores. Son gente con la que he crecido, a la que considero mi familia. Hemos rodado nuestras primeras películas juntos. En los comienzos vives todo de una manera muy personal, muy íntima, y se establecen lazos muy fuertes. Se han convertido en parte de mi vida. Nos vemos al margen de hacer cine”.

-Hace poco coincidí con Antonio Mercero hijo y salió el tema de ‘Farmacia de guardia’. ¿Fue usted el guionista del capítulo en el que se hablaba sobre el Sida? [primera serie española que tocó el tema, a principios de los 90]?
“No. Era complicado encontrar temas novedosos. Yo escribí un capítulo que abordaba la homosexualidad, que era una cuestión que en aquel momento no se trataba mucho. Ese capítulo recibió un premio de un colectivo gay de Madrid. Fue el primer premio que me dieron en mi vida y lo guardo con mucho cariño”.

-Estudió cine en Nueva York. ¿El cine hay que estudiarlo?
“No necesariamente. El cine hay que vivirlo. Yo empecé siendo guionista en Farmacia de guardia sin ningún tipo de formación, solo a base de ver películas. Aprendí a contar historias de manera instintiva. Luego sentí que necesitaba formarme. Estudié en la Universidad de Columbia, donde tuve profesores con Óscar como Milos Forman, David Mamet o Janet Roach, guionista de El honor de los Prizzi. Allí aprendí que no hay una fórmula mágica para hacer una buena película. Eso lo tienes que aprender tú a base de equivocarte. De la decena de cortometrajes que rodé allí solo dos han visto la luz”.

-Fue finalista de los premios Planeta con ‘La isla de Alice’. ¿Algún día será una película?
“Ojalá. Aunque la concibo más como miniserie. Es un proyecto que está vivo, que quiero rodar en condiciones. Alguna vez me han ofrecido adaptarla, pero no lo he hecho porque sentía que no era la manera en que yo quería contarla”

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