
El grupo de Gobierno de Arona impulsará una moción institucional en la que insta al Cabildo de Tenerife a declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) la Romería de Nuestra Señora de Fátima del Valle San Lorenzo, por su evidente riqueza patrimonial, singularidad y valor histórico, con más de 70 años de antigüedad. A esto se le suma un ingrediente de sumo interés, el del espacio en el que se celebra, La Centinela, situada en el conjunto del Roque de Jama, uno de los grandes tesoros arqueológicos y naturales de Tenerife.
La moción, impulsada desde la concejalía de Patrimonio Histórico, también contempla que se impulsen desde el Ayuntamiento proyectos de investigación y rescate de todos los bienes culturales asociados con la tradicional fiesta, así como desarrollar todas las acciones necesarias y oportunas para que la romería sea declarada BIC. La moción se llevará al Pleno de la próxima semana.
Para el alcalde de Arona, José Julián Mena, la declaración como BIC de la Romería de Nuestra Señora de Fátima, “responde a la dignificación y fortalecimiento de una fiesta fundamental para Valle San Lorenzo, unas fiestas que tienen un arraigo especial para todo el pueblo de Arona”. Mena recalca la importancia de la protección de esta tradición, “para que pueda preservarse y transmitirse a las generaciones futuras, haciendo posible, a través de ella, el encuentro generacional, la concordia y la vida comunitaria. La Romería de Fátima se ha convertido en un elemento identitario del pueblo y el Ayuntamiento tiene el deber de protegerlo, así como nuestros principales elementos patrimoniales. Sin duda, la Romería de Valle San Lorenzo reúne los valores suficientes para alcanzar la catalogación de Bien de Interés Cultural”.
La Romería de Nuestra Señora de Fátima nació como manifestación de devoción popular y peregrinación comarcal en torno a la Virgen de Fátima, y evolucionó hasta convertirse en una de las de mayor atractivo del Sur de la Isla. Su antigüedad se remonta a más de 70 años de historia, pues ya desde 1950, un 13 de mayo, una primera imagen se trasladó en peregrinación a La Centinela.
Tras unos años de interrupción, la Romería de Fátima se retoma con fuerza en 1973, de la mano de un grupo de jóvenes interesados en recuperar los valores devocionales, festivos y culturales propios de la celebración, fusionando valores de la tradición etnográfica con signos de la modernidad. Transcurrido medio siglo desde ese momento, la Romería de Fátima se muestra consolidada en el Valle de San Lorenzo, en el municipio y en el entorno comarcal.