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Álvaro Baglietto: “En esta gira celebramos la vida, tras tanto tiempo sin tocar o el público sin poder bailar”

Vetusta Morla encabeza el cartel del Canarias Primavera Live, que ofrece este domingo un concierto en el Palmetum de Santa Cruz de Tenerife
Álvaro Baglietto (segundo por la derecha) es el bajista de Vetusta Morla. / Jerónimo Álvarez

Por Benjamín Reyes. Álvaro Baglietto fue el último en incorporarse a Vetusta Morla, que desplegará su peculiar sonido el domingo en el parking del Palmetum de Santa Cruz de Tenerife, en el festival Canarias Primavera Live, junto a Fuel Fandango, La Pegatina, Pedro Pastor Guerra y Monkey Faces. El sexteto madrileño, tras su fulgurante debut con Un día en el mundo (2008), confirmó su valía con Mapas (2011), acusó el desgaste con el irregular La deriva (2014) y se revitalizó con Mismo sitio, distinto lugar (2017). Ahora presentan Cable a tierra, donde exploran las sonoridades y ritmos de los folclores de España y América. Las localidades para el festival están a la venta en www.entradas.com.

-¿Tienen algún ritual antes de salir a escena?
“Solemos abrazarnos. Damos un pequeño salto mortal (que es el título de nuestra discográfica). Yo cierro los ojos y me concentro. Me gusta sentir la humanidad que nos rodea”.

-¿Qué función tiene el bajo en Vetusta Morla?
“No creo que difiera mucho de la función que posee en toda la música rock. Tiene una función de bisagra, que une la parte rítmica con la parte armónica”.

-¿Qué es eso del ‘indie’?
“Pues nunca lo he sabido. ¿Qué es para ti el indie? [le respondo que es una etiqueta para vender un cierto tipo de música]. Pues eso será. Nunca he abanderado el indie”.

-Canarias se ha convertido en una plaza habitual en las giras del grupo.
“Sí, tenemos mucho público en Canarias. Nos gusta tocar donde nos quieren. Acabamos de venir de México y allí siempre nos tratan bien. Los sentimos muy cercanos, como a los canarios. No sé que tiene el público mexicano que te atrapa. Allá hay mucha gente que nos ama, como dicen ellos, y en Canarias también. En esta gira queremos celebrar la vida, tras estar tanto tiempo sin tocar o actuando con medidas en las que el público no podía bailar”.

-La anterior gira, ‘Mismo sitio, distinto lugar’, contabilizó 85 conciertos en 66 ciudades de 15 países. ¿Cuáles son las cifras de la actual?
“Si te digo la verdad, sé que tenemos nueve fechas en mayo y junio. La gira no está cerrada. Vivimos en una industria cambiante, de tal manera que los plazos se han acortado, aunque ya hay fechas para febrero o marzo del año que viene”.

-¿Qué disfruta más: el estudio o los directos?
“Lo disfruto todo. Me gusta mucho el estudio, pero si hablamos de disfrutar sería más apropiado hablar de directos”.

-¿Cuál es el sitio más singular donde han tocado?
“[Se lo piensa] Recuerdo una actuación en la azotea de una casa en Beirut. También uno de nuestros primeros conciertos fuera de Madrid, en un pueblo de Galicia llamado Bueu, por el singular público que asistió. Había muchos marineros, con los que estuvimos hasta altas horas de la mañana hablando y escuchando sus vidas”.

-En ‘MSDL. Canciones’ decidieron retomar los temas de ‘Mismo sitio, distinto lugar’ para reinterpretarlos.
“Reinterpretar las canciones es parte de nuestro proceso artístico. Entendemos las canciones como un ente vivo. Es algo que hemos hecho toda la vida. Nos gusta adaptarlas a diferentes espacios. Esta forma de entenderlas ya la hemos incluido en alguna gira”.

-¿Por qué siguen apostando por el formato físico?
“Porque transmite sensaciones. Tanto el cartel como los discos reflejan un concepto. Con la nueva era digital se han ampliado esas posibilidades”.

-Han compuesto por primera vez un tema (‘Reina de las trincheras’), para una película (‘La hija’). ¿Cómo ha sido la experiencia?
“Es una nueva ventana que se abre y que podemos explorar. Ha sido una experiencia nueva trabajar con Manuel Martín Cuenca. Hemos aprendido mucho. Ha sido la parrilla de salida del disco Cable a tierra. Veíamos constantemente imágenes de la película. Hemos experimentado con nuevas sonoridades, hemos incluido ruidos de motores de neveras o de cucharas”.

-¿En ‘Cable a tierra’ abogan por la exploración sonora en lo folclórico?
“En realidad hemos hecho un disco y luego hemos reflexionado sobre lo que hemos hecho: un cable a tierra, reflejando nuestras influencias. No es una exploración sonora. Lo folclórico ya estaba ahí”.

-Supongo que el título de una de las canciones, ‘Al final de la escapada’, es un guiño al filme de Godard.

“Habría que preguntárselo a Guillermo, pero supongo que sí. La voz escribiente del grupo la llevan los dos guitarristas: Guillermo Galván y Juan Manuel Latorre”.

-¿Qué siente cuándo escucha accidentalmente una canción de Vetusta Morla en un taxi o en una cafetería?
“Pasa a menudo. Si estoy comprando en un supermercado o si estoy tomando algo en un chiringuito me siento orgulloso”.

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