La Confitería y Café Taoro-Casa Egon abrió sus puertas en 1916, momento en el que el tío abuelo de Ángel -actual propietario- llegó a Tenerife desde su Alemania natal para quedarse, aunque esas no fuesen sus intenciones. Cuando Egon Wende -fundador- iba de camino a las colonias alemanas en África estalló la Primera Guerra Mundial, algo que hizo que se quedase en la Isla y fundase su propio negocio.
El padre de Ángel, Benigno, se quedaría más tarde con el legado y lo sacaría adelante con su mujer Pastora para, posteriormente, llegar a la tercera generación conformada por Ángel y sus hermanos Benigno, Francisco Javier, Emilio y Jesús Manuel. Ahora, la cuarta generación -su hijo Fran y sus sobrinos Lucas y Beni- comienza a trabajar en el negocio, por lo que la tradición continuará.
En la Confitería y Café Taoro-Casa Egon puedes tomar un exquisito café mientras aprecias el mausoleo masónico de los Jardines Victoria -únicos jardines masónicos de Canarias- o mientras lees DIARIO DE AVISOS a través de la nueva app, que permite la lectura del periódico por medio de un smartphone.
Además, en la Confitería y Café Taoro-Casa Egon cuentan con una amplia variedad de dulces, entre la que se encuentran más de 40 variedades, más de 25 tartas y una gran cantidad de platos elaborados a partir de productos ecológicos cultivados en un 50% por ellos mismos.
La carta de la Confitería y Café Taoro-Casa Egon
En su carta podemos encontrar desde el plato estrella -filo de vaca mechado- hasta un sinfín de platos de cuchara, como potajes o sopas, escalope de cerdo, ternera o pollo, merluza, bacalao, cherne, platos combinados, tortillas, croquetas, chocos o calamares. Asimismo, tienen unos exquisitos vinos blancos y tintos elaborados por ellos.
En Casa Egon la calidad y confort del cliente es lo primero, algo que les ha hecho acumular una gran clientela que les ha ayudado a superar el bache de la COVID-19 y ahora el aumento de precios. Sin duda, Casa Egon es una apuesta segura en cuanto a calidad.
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