“Una tarde de inmensa alegría porque después de muchos años de trabajo abrimos la Casa de la Juventud, un lugar que se convertirá en un punto de encuentro entre los jóvenes donde seguro pasarán momentos inolvidables y forjarán grandes amistades”. Así se manifestó ayer el alcalde de Santa Úrsula, Juan Acosta, en la inauguración del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2007 por la singularidad de sus valores arquitectónicos y adquirido por el Ayuntamiento tres años después con fines socioculturales y que también albergará las oficinas de las Concejalías de Deportes y Ocio y Tiempo libre.
A ellos se dirigió especialmente el mandatario, para pedirles que “lo cuiden y lo mimen” porque ha supuesto mucho tiempo de trabajo además de una inversión total que alcanza los 1,5 millones de euros compartidos entre las tres administraciones: Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Consistorio.
Ubicada en la carretera TF-217, en la zona de El Calvario, la conocida también como ‘Casa Verde‘ o ‘Casa de la Portuguesa’, abrió ayer sus puertas con una amplia representación del colectivo. También acudieron al acto la directora general de Juventud del Gobierno de Canarias, Laura Fuentes; el presidente insular, Pedro Martín; la consejera de Educación y Juventud del Cabildo, Concepción Rivero; su homóloga en el Ayuntamiento, Salomé Fernández, y miembros de la Corporación municipal.
El proyecto de rehabilitación y adaptación de la construcción, que se ubica en una parcela de 1.460 metros cuadrados de superficie, data del año 2011 pero tras varios problemas de licitación, no fue hasta febrero de 2018 cuando se iniciaron los trabajos, que sufrieron un retraso por un problema con el saneamiento, la pandemia, y la necesidad de realizar una nueva convocatoria de los concursos para la adquisición de mobiliario y ordenadores que inicialmente quedaron desiertos.
Además de la restauración de la antigua vivienda -de 390 metros cuadrados-, y dado el tamaño reducido de sus habitaciones, el proyecto incluyó la construcción de un edificio en la parcela anexa en el que se ubican las dependencias de mayores dimensiones y sirve de acceso universal al conjunto arquitectónico.
Ambos están conectados a través de amplios espacios exteriores y jardines que circundan la antigua casona. El complejo dispone de aula de ordenadores, un espacio para talleres, sala de reuniones, un punto de información juvenil y un salón polivalente para actos.
“Los espacios para los jóvenes tienen que estar en lugares privilegiados, y este sin duda lo es, no solo porque se encuentra muy bien comunicado sino porque se ha proyectado teniendo una la idea clara desde el principio: que algo que es patrimonio del pueblo, que está protegido como BIC es adecuado que sea un espacio para entregar a los jóvenes”, declaró el presidente del Cabildo, Pedro Martín.
Salomé Fernández adelantó que junto con la apertura de las instalaciones el Ayuntamiento ha preparado un programa de actividades “muy completo para dar vida a la casa”, que se dará a conocer en breve.
Y en este sentido, Concepción Rivero mostró su disposición “para dotar de contenido a la Casa Verde con los proyectos, cursos y programas que ya oferta el área insular de Juventud u otros que se crean necesarios”.