En 1845 los naturalistas Sabin Berthelot y Philip Barker Webb le donaron al Ayuntamiento de La Orotava dos piezas de madera localizadas en el siglo XIX de gran valor: dos añepas o bastones aborígenes pertenecientes a los antiguos soberanos del Menceyato de Taoro que desde entonces se conservan en la Casa Consistorial pese a los intentos de algunos museos de que fueran cedidas.
A mediados de esa centuria, los dos investigadores estuvieron recorriendo las islas, recopilando especímenes para su libro La historia natural de las islas canarias, una obra clásica en la que volcaron todos los saberes que sobre el Archipiélago se conocían en aquel momento.
En ese proceso, estos “hijos del romanticismo”, como los definió el historiador Zebenzui López, “consideraban que las poblaciones indígenas formaban parte de la población natural de Canarias y por lo tanto, introdujeron algunos estudios sobre los guanches que habitaban el territorio”.
En sus trayectos localizaron algunas piezas, entre las que se encuentran las dos añepas, que incluso fueron trasladadas a París, hasta que ambos entendieron el valor simbólico que tenían en la zona donde fueron encontradas y decidieron donarlas al Ayuntamiento de La Orotava donde se custodian desde entonces.
Estos dos investigadores de la naturaleza le hicieron el mejor regalo al patrimonio de la Villa, porque las añepas forman parte de los objetos arqueológicos más interesantes y con un valor especial en la medida que están hechos con un material, la madera, que se deteriora con facilidad y que sin embargo ha logrado conservarse.
Ha sido por ello que el Consistorio, aprovechando la conmemoración del Año Europeo del Patrimonio Cultural, ha decidido exponer estas piezas al público en una urna especialmente acondicionada, y ha organizado una muestra temporal denominada Las Añepas del Mencey de Taoro. La exposición estará hasta el 30 de junio en la escalera principal y permitirá acercar un poco más la historia local, insular y canaria y concienciar sobre el valor del patrimonio arqueológico como mecanismo primordial para conocer las antiguas culturas del Archipiélago.
Piezas que hablan de las élites indígenas
“Estas piezas nos hablan un poco más de las élites indígenas, de un pasado no tan lejano que ha dejado muestras tan interesantes como estas añepas que están trabajadas sin metales, a base de fuego y distintos instrumentos líticos, como basalto y obsidiana, y pulidos con arena”, explicó el historiador durante la presentación de la exposición, en la que estuvo acompañado del alcalde, Francisco Linares.
Fueron muchos los intentos para que el Ayuntamiento cediera estos tesoros patrimoniales a los gabinetes científicos de Santa Cruz para la creación de los primeros museos.
Sin embargo, sus responsables en todo este tiempo “siempre entendieron que por respeto a estos naturalistas debían permanecer en el Consistorio y también porque era una muestra simbólica de la centralidad que tenía el municipio de La Orotava en el Norte de Tenerife”, explicó López.
“Gracias a esas gestiones que hicieron las personas que lideraron el Ayuntamiento hasta el día de hoy, estas piezas extraordinarias se pueden visitar por el mimo con el que se custodiaron durante tanto tiempo por parte de la institución”, sostuvo.
También se han preservado las cartas de donación, actas plenarias, los permisos que se solicitaron para realizar distintas investigaciones y otras informaciones de interés que acercan a los ciudadanos a un “trocito de historia excepcional” y al mejor legado para el patrimonio local.