No sabemos lo que pasó en el último descenso

El CD Tenerife perdió la condición de equipo de Primera División ante el mismo equipo con el que mañana aspira a consolidar su regreso en un partido marcado por los negocios del palco, donde se juntaron la venta del Málaga, la compra del PSG y los negocios de ACS en Qatar con vistas al Mundial de este año
El Estadio Lusail es una joya arquitectónica construída por la firma alemana Hochtief, controlada por ACS./ FIFA

EL CD Tenerife y el Málaga CF juegan mañana en el Heliodoro Rodríguz López un partido clave para su futuro, dado que el equipo birria se juega parte de sus aspiraciones de ascenso mientras que los ‘boquerones’ aspiran a no perder la categoría. La coincidencia de ambos equipos hacen inevitable recordar que fue en Málaga, precisamente, donde los chicharreros perdieron su condición de equipo de Primera División, la misma que no han logrado recuperar desde entonces. Con motivo de aquel partido, este periódico publicó esta información años después, concretamente en 2014, y que se reproduce a continuación.

El Málaga CF-Real Madrid de 2010 es el ejemplo ideal de la ausencia de control sobre los multimillonarios intereses que rodean al fútbol. El empate final, 1-1 con goles de Duda y Van der Vaart, debió pagarse bien en las casas de apuestas. Era aquel Málaga un equipo en descomposición, de los que andan mal todo el año y peor al final, incluido el clásico cambio de entrenador. Llegó a la jornada definitiva con la dificultad añadida de enfrentarse a uno de los mejores equipos de la Historia de la Liga española, el Real Madrid de Mauricio Pellegrini, que acabó el campeonato con 96 puntos (entonces plusmarca histórica de la entidad blanca, luego batido por los 100 puntos de Jose Mourinho) y al que sólo el más estratosférico FC Barcelona de Pep Guardiola logró igualar. Y llegó el Real Madrid a Málaga con opciones de título, pero el 4-0 culé al Real Valladolid (compañero del CD Tenerife en el descenso) evitó la sorpresa.

Hay más: el Real Madrid también batió ese año el récord de victorias como equipo visitante, al imponerse en los 13 partidos que jugó desde que se impuso al Deportivo La Coruña por 1-3 hasta que lo hizo ante el Real Mallorca por 1-4. Es decir, ganó 13 partidos seguidos fuera del Bernabéu… hasta que llegó el empate en La Rosaleda.

Otro dato más sobre lo sorprendente del empate: los cinco desplazamientos anteriores de los merengues a Málaga se plasmaron en cinco victorias madrileñas: 2-3 en 2002; 1-3 en 2003; 0-2 tanto en 2004 como en 2005 y 0-1 en 2009.

Empate normal… pero increíble

Si son amantes de la teoría de la conspiración, no lean este apunte. Si bien el empate final rompe todo tipo de estadísticas y hasta plusmarcas del Real Madrid, el partido fue normal deportivamente hablando. Aunque el once merengue salió a comerse el mundo, ese jugador tan imprevisible como es Duda (acabó expulsado) marcó un golazo al inicio que espoleó a las estrellas del club de Concha Espina. ¿El mejor de todos? Van der Vaart; a Cristiano Ronaldo lo lesionaron en la primera parte pero fue, junto con Guti, el que defendió el honor de escudo tan glorioso en una media hora final poco acorde al historial del Real Madrid, en expresiones entresacadas de la crónica de Diego Torres para El País. Curiosamente, dos decisiones técnicas son las únicas sombras que pueden arrojarse sobre el encuentro, dado que se mantuvo a Ronaldo en el campo a pesar de su evidente inferioridad física y se suplió a Van der Vaart (que empató tras el descanso) en el minuto 80, cuando el Barça ya había sentenciado su encuentro… y el Valencia ya le había dado la puntilla al CD Tenerife.

El entonces presidente del Málaga CF, Fernando Sanz, se felicita con el del Real Madrid CF, Florentino Pérez, tras marcar el Valencia CF un gol que terminó por provocar el descenso del ‘Tete’./ MálagaHoy

A otro nivel

Miren una imagen que acompaña estas líneas. Este abrazo entre Florentino Pérez, presidente del Real Madrid que desplazó del cargo a Lorenzo Sanz, y Fernando Sanz, presidente del Real Málaga e hijo de Lorenzo, se produjo justo cuando tuvieron conocimiento del gol de Alexis para el Valencia CF que sentenciaba a Segunda al CD Tenerife y, por ende, salvaba a los boquerones del descenso siempre que el empate permaneciera en el marcador de La Rosaleda. No parece que Pérez acuse el golpe de otra liga más para su eterno rival, no, pero contento está.

Sí eran conocidas las razones para la alegría de Sanz jr., aunque no deportivas. De la permanencia en Primera dependía la venta del club a un jeque de Catar, Abdullah bin Nasser Al-Thani, por una cantidad que se supone oscila entre los 25 y los 40 millones. Un dato nada baladí: cuando la prensa empezó a informar sobre las negociaciones se citaba al entonces emir gobernante de Qatar, Hamad bin Jalifa al Thani, pero a última hora surgió la figura de Abdullah. Algo tendrá que ver que, un año después, el emir adquirió la mayoría de acciones del Paris Saint Germain. La UEFA prohíbe la multipropiedad, pero si algún día se cruzan PSG y Málaga el tufo a tongo se olerá desde lejos. Empatado el Málaga-Real Madrid un 16 de junio, en menos de un mes (10 de julio) se declaraba al jeque como nuevo dueño del Málaga CF “tras semanas de negociaciones”. A finales de abril la negociación estaba muy adelantada y se cerró un mes después. Cuando se jugó el Málaga-Real Madrid, todos sabían qué se estaban jugando.

Apunten: Lusail City

Sin embargo, esa venta es una bagatela comparado con los negocios de Pérez. Justo 20 días antes (26 de mayo de 2010), la constructora Hochtief (la primera del sector en Alemania y de la que ACS, la empresa que preside el presidente del Real Madrid, es accionista mayoritaria) emitía desde Essen un comunicado para anunciar que había constituido una empresa conjunta con Qatar Lusail Real Estate Development Company (filial del inversionista de bienes raíces de propiedad estatal y urbanas desarrollador QatariDiar). Del nivel del acuerdo da buena cuenta el hecho de que los contratos fueron firmados en Doha por la canciller Angela Merkel y el emir de Qatar, Hamad bin Khalifa Al-Thani.

¿Para qué dicha empresa conjunta? ¿Qué estaba firmando una empresa controlada por Florentino Pérez 20 días antes del Málaga-Real Madrid? La construcción de Lusail, definida en Wikipedia como una nueva ciudad-isla del Emirato de Qatar a situar en la costa norte, a 15 kilómetros de la capital Doha. Tendrá 35 kilómetros cuadrados y se prevé que alojará a unos 200.000 habitantes (algo menos que Santa Cruz de Tenerife, pero igual será algo más lujosa y moderna). Se prevé que Lusail tenga “dos puertos deportivos, zonas residenciales, centros comerciales, tiendas de lujo y lugares de ocio, así como playas y dos campos de golf”.

No crean que Lusail City es ajena al fútbol más allá de esta conexión empresarial, dado que, prevista su terminación para 2020, la ciudad será sede principal del Mundial de Fútbol de 2022: en el Estadio Nacional de Lusail se disputarán tanto el partido inaugural como la final.

Resulta evidente que Pérez tiene miles de millones de razones para llevarse bien con las autoridades cataríes, aunque le cueste algún disgusto. France Football publicó el pasado junio un reportaje titulado Qatargate, en el que acusaba al presidente del Real Madrid, al ex del FC Barcelona Sandro Rosell (Catar se anuncia en sus camisetas) y al presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, de promover tan polémica concesión del Mundial de Fútbol. Pérez lo ha negado y anunció querellas.

En resumen

Este reportaje no defiende como tesis de trabajo que el CD Tenerife descendió de Primera División por un amaño. No hay pruebas de que fuera así. Pero dependían tantos miles de millones de que bajara el Tenerife o el Valladolid en vez del Málaga que resulta asombrosa la incapacidad de las autoridades (deportivas o no) para, siquiera, investigar estos casos. Con tanto dinero de por medio, en este país no basta con la confianza: se perdió el mismo día que la vergüenza. Por eso no sabemos, ni lo sabremos jamás, qué pasó en el último descenso.

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