El Ayuntamiento de Arico, junto a la colaboración de todas las asociaciones de vecinos del municipio y la Cofradía de Pescadores de San Miguel de Tajao, ha presentado alegaciones al proyecto del parque eólico marino que pretende realizar la Autoridad Portuaria con varios promotores justo en frente de la costa de Tajao y Las Maretas.
En las alegaciones se señala que la actividad que se pretende instalar, mediante la solicitud de concesión afecta “negativamente a la calidad de vida de las poblaciones de la costa del municipio”. Asimismo, las alegaciones indican que “la actividad eólica marina requiere de una previa planificación y ordenación del sector eléctrico, de un plan territorial especial de ordenación del sistema eléctrico, de la cual carece la isla de Tenerife”.
También se remarca que este proyecto afecta “directa e indirectamente al desarrollo de una actividad económica preexistente en la zona”. Tal como recoge el documento, la implantación del parque eólico marino “entraría en conflicto con este sector económico primario, declarado de carácter estratégico”, condicionando, limitando e impidiendo “la actividad pesquera que tradicionalmente se ha venido ejerciendo en la zona, además de afectar a los fondos marinos sustento de dicha actividad”.
Junto a esta afección, el proyecto tendría como consecuencia “impactos sobre el medio ambiente, debido a la cercanía con la costa, la producción de ruido ambiental, que afectaría directamente a los núcleos de población más próximos, así como a la vida silvestre marina”.
La concesión provocaría, según se afirma, “importantes afecciones para el ejercicio de la actividad pesquera de la Cofradía de Pescadores de San Miguel de Tajao”, afectando “negativamente a la actividad pesquera, la organización y actividad de la cofradía, al impedir la pesca en una franja de agua frente al refugio pesquero.
La ejecución de este proyecto generaría “ruidos ambientales y un importante impacto paisajístico sobre la cuenca visual marina de todo el municipio de Arico y, especialmente, a todos los barrios de la costa, como Las Maretas, La Caleta, Las Arenas, Tajao, La Jaca, La Listada, Abades, el Porís y las Ceras, provocado por los aerogeneradores tan próximos”.
A su vez, bajo esa perspectiva, supondría la reducción “de las visitas a negocios, restaurantes y casas de turismo rural y viviendas vacacionales, al devaluar el destino de Arico por la pérdida de valor ambiental”.