
Tras un letargo de varias temporadas, el voleibol femenino tinerfeño vuelve a estar en la cresta de la ola. El CV Haris Sanaya Libby’s La Laguna ha logrado devolver todo el protagonismo a un deporte que en la Isla se hizo gigante gracias al histórico CV Tenerife del tristemente fallecido Quico Cabrera. Precisamente este Haris es el heredero natural de aquel equipazo, que escaló, con honores y merecimiento, a lo más alto de Europa. Ese mismo camino siguen ahora las pupilas de Juan Diego García, que han completado una temporada sencillamente extraordinaria. Muy difícil de repetir, pero esta humilde familia, que tiene como cabeza de familia a David Martín, lo volverá a intentar la próxima temporada. Eso sí, asumiendo retos aún mayores que los de esta temporada, tal y como ayer relataron Lisa Marie Jean-Pierre, Lucía Prol, Belly Bella Nsunguimina y Daysa Delgado, quienes visitaron la redacción de DIARIO DE AVISOS.
Tras conseguir el título liguero, el de Copa y el subcampeonato de la CEV Challenge Cup, el club blanquiazul ya piensa en dar un paso más el próximo curso, donde se han ganado el derecho a jugar en la CEV Champions League. “Nosotros mismos hemos puestos un listón altísimo con lo que se ha hecho esta temporada. Ahora, ellas (las jugadoras) se van de vacaciones y empieza el trabajo intenso de la directiva del club y de las instituciones. Este título de liga nos concede una plaza para jugar la Champions. Pero para poder jugar esa competición, que es donde están las mejores jugadoras del mundo, necesitamos la ayuda y la colaboración de las instituciones. Solo así lo que hemos ganado en la pista, se puede traducir en traer ese espectáculo al Santiago Martín la próxima temporada”, comenta Iván Machuca, directivo del Haris, que acompañó a las cuatro jugadoras en su visita a la sede del rotativo tinerfeño.
Para poder jugar la Champions hacen falta recursos económicos, obviamente y el Haris espera que las instituciones regionales e insulares se porten de la misma manera que hicieron este curso con el Gran Canaria Urbaser, que fue el que disputó la máxima competición continental al ganar el título liguero. “Necesitamos que Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento se impliquen en las necesidades exactas que nos pide la Champions y que colaboren al máximo para que se pueda ejecutar este derecho que nos hemos ganado. Tenemos un poco de envidia, porque en Gran Canaria se volcaron las instituciones con el Olímpico para que pudiera disputar la Champions, por lo que a nosotros nos toca hacer nuestro trabajo y esperar la receptividad de las instituciones para no tener que renunciar a una competición tan bonita”, insistió Machuca.
El escenario para disputar este torneo de primer nivel sería el pabellón Santiago Martín, que este mismo curso ya acogió la ida de la final de la CEV Challenge Cup ante el Savino del Bene Scandicci. Ahí Tenerife demostró que tiene unas ganas enormes de vibrar de nuevo con el voleibol de primerísimo nivel. Siempre se ha especulado con la posibilidad de que el Haris se mude definitivamente a “la hamburguesa”, pero la directiva encabezada por David Martín está pendiente de que en el Pablos Abril de Taco se ejecute la reforma prevista, aunque quedaría para los encuentros ligueros, ya que para jugar en Europa o los grandes eventos (Supercopa, Copa de la Reina, etc) el Santiago Martín será la cancha de las leonas blanquiazules.
Un título celebrado por todo lo alto
“Estamos muy felices de la temporada que hemos hecho y lo hemos celebrado por todo lo alto”. Las palabras, en un más que correcto castellano, de la internacional francesa Lisa Jeanpierre demuestran las enormes ganas que tenía la plantilla del Haris de celebrar un título ante su gente, que las ha estado apoyando toda la temporada. Lo corrobora la aronera Daysa Delgado, única tinerfeña de la plantilla: “Es un orgullo que, por fin, después de unos años luchando por conseguir la liga, hayamos podido levantar el título en casa”.
El Olímpico no le puso las cosas sencillas al Haris en esta pelea por el título. De hecho, ganó el pasado sábado en el Pablos Abril, provocando algo de incertidumbre en el bando local. “Las finales están para lucharlas y sabíamos que iba a ser complicado ganar el título en tres partidos, aunque nos hubiese gustado. Pero salió el orgullo de estar en casa y no se nos podía escapar y tener que ir al quinto partido”, relata Belly.
Su compañera Lucía admite que aprendieron de los errores que cometieron el sábado para no repetirlos el domingo: “Aprendimos de lo que nos pasó y fuimos con más ganas. Queríamos llevarnos el partido sí o sí”.