Aitor Sanz, capitán del CD Tenerife, compareció en los medios oficiales del club donde analizó todo lo que rodea al partido más importante de los últimos años para el conjunto de Ramis. La ilusión se desborda en toda la isla con la posibilidad de jugar la próxima temporada en Primera División, y ese sentimiento no es menos en la plantilla blanquiazul.
“Estamos con mucha ilusión. Tenemos ese cosquilleo en el estómago que no deja dormir bien, pero sintomático de lo que hay en juego. Con ganas de que llegue el partido”.
Aitor es una institución en el club y recientemente cumplió la friolera de 300 partidos vistiendo la elástica del CD Tenerife. “Simplemente, es una cifra. Uno se queda con su trayectoria y que lo más importante está por llegar. Es lo más bonito de todo esto”.
Está claro que esta semana previa a la final del domingo es diferente a las demás por lo mucho que hay en juego para un equipo que, ascienda o no, ha realizado una gran temporada. El capitán blanquiazul relata lo que se siente estos días en lo deportivo y en lo personal.
“Intentamos que sea igual. Mantener la misma rutina, haciendo lo que nos ha traído hasta aquí. Sí es verdad que varían varias cosas por esa ilusión que hay detrás. No se habla de otra cosa en la ciudad e influye un poco, pero estamos centrados en el partido. Intento hacer mi vida normal, como he hecho durante todo este tiempo. Si estoy con los niños, no pienso en otra cosa. Me ayudan a abstraerme”.
Al mediocentro madrileño, como es obvio, se le viene a la cabeza el frustrado ascenso en 2017 cuando el Getafe se cruzó en el camino en la eliminatoria final. Para Aitor hacer comparaciones de aquel Tenerife con el actual no tiene muchos visos de ser real.
“Somos un equipo más maduro que la anterior ocasión. A lo mejor, aquel equipo tenía mayores individuales y mucho talento, pero este es más sólido. Pero hace muchos años, así que la comparativa quizás no es real”.
El Girona no lo pondrá fácil, ya que solo le vale ganar. El equipo de Míchel apeó al Eibar en la primera eliminatoria remontando en Ipurua un 0-1. Aitor Sanz especula sobre el tipo de partido que se podrá ver en el verde.
“Será un partido largo y disputado. Siempre suelen ser así este tipo de encuentros. Lo hemos visto en temporadas anteriores. Saben que si se exponen demasiado podemos hacerles daño al contragolpe, así que espero un partido cerrado”.
El madrileño paso de largo cuando fue cuestionado por su próximo futuro una vez que acabe la temporada. “No lo pienso. Mi futuro no está más allá del domingo. No quiero mirar más allá”.
El Tenerife de Ramis es un equipo sólido en defensa, solidario en el trabajo grupal, peligroso en las transiciones, y para este partido esas premisas no van a cambiar.
“Es evidente que tenemos que proponer más con balón. Una de las cosas es mejorar en esa precisión. El nerviosismo de estos partidos influye mucho, pero creo que lo manejaremos bien. Todos están concienciados y metidos en el partido. Esperemos que con el paso de los minutos nos asentemos y tengamos mayor fluidez”, deseó Sanz.
El capitán envió un mensaje de prudencia a los aficionados, aunque entiende que estén disfrutando el momento.
“Dar las gracias a la afición. Para nosotros, es vital. Que disfruten de esta semana. No ocurre muchas veces y estamos para disfrutar, pero no lancemos campanas al vuelo porque hay que jugarlo primero. Queremos sacarlo adelante para llevarnos una alegría”.
