santa cruz de tenerife

Noche tranquila en el Entierro de la Sardina de Santa Cruz

Solo ocho personas necesitaron asistencias en el Hospital del Carnaval
Noche tranquila en el Entierro de la Sardina de Santa Cruz

El Centro de Coordinación Operativa de ámbito local (CECOPAL) de Santa Cruz de Tenerife ha desvelado las primeras incidencias del Carnaval chicharrero, concretamente del Entierro de la Sardina de Santa Cruz de Tenerife, en lo que puede considerarse una noche tranquila.

Solo ocho personas tuvieron que ser atendidas en el Hospital del Carnaval ubicado en la plaza General Gutiérrez Mellado de la capital tinerfeña. Siete adultos y un menor de edad pasaron por las instalaciones, en las que se atendieron cuatro intoxicaciones etílicas, dos traumatismos además de otras dos personas por “otras causas”. Solo una persona tuvo que ser derivada a la Candelaria.

El Carnaval recuperó en la noche de ayer su esperada calle. En los momentos previos al comienzo del Entierro de la Sardina según San Juan, en el ambiente se respiraban ganas de fiesta. Pepe Benavente y El Morocho comenzaron a cantar Santa Cruz en Carnaval desde la carroza y pusieron música y voz a esas ganas, mientras que el público, amontonado en las aceras, esperaba el comienzo del recorrido.

A las 21.00 horas, de riguroso luto y con un murmullo ensordecedor, arrancó una tímida pero alentadora comitiva que acompañó a la Sardina, disfrazada en esta ocasión de COVID-19, desde la Calle Juan Pablo II. Con una notable cantidad de personas agrupada en las aceras, viudas de la mano de curas, monjas con diablos, los famosos botones de la Casa del Miedo, las Legionarias y la Cofradía del Chicharro de la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá fueron los encargados de abrirle paso, tras dos años de parón, a Don Carnal por las calles abarrotadas de Santa Cruz.

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