El subsector platanero propone crear bancales y terrazas sobre la colada existente entre la carretera a Puerto Naos (LP-213) y la costa para recuperar un total de 426 hectáreas de superficie cultivada afectada por la erupción de Cumbre Vieja. De esta forma, podríamos ver en un futuro próximo cómo logran hacer una realidad los primeros plátanos cultivados sobre lava.
El objetivo, detalla Asprocan en un comunicado, es crear terrazas, tal y como ya es habitual en la zona, bajo unos criterios generales de aplicación, que permitan el diseño de infraestructuras públicas destinadas a mejorar la movilidad de toda la población y dotar a todos los propietarios de una superficie de terreno válida para el desarrollo de la actividad que ya venían realizando.
Entre las ventajas adicionales que ofrece la ordenación y el abancalamiento propuestos por el sector, principalmente destacan un mayor aprovechamiento de la superficie, la adaptación global al terreno con una mayor integración visual al territorio, el diseño más eficiente de viales, bancales de cultivo e infraestructuras de servicio, y un menor coste global si se compara con el coste de recuperación individual por parte de cada uno de los propietarios.
Esto, indican, redundará en ventajas y una “mejora significativa” de la situación actual para los propietarios de los terrenos afectados, sean o no agricultores, y para agilizar los trabajos de planificación proponen utilizar la figura del Plan de Interés Insular.
La asociación iniciará ahora un proceso de exposición de la iniciativa a los afectados así como a las instituciones públicas implicadas, con el objetivo de impulsar una propuesta concreta que logre combatir “la falta de horizonte concreto” al que actualmente se enfrentan los afectados.
Plátanos cultivados sobre lava: una alternativa al actual “malpaís sin uso” de los propietarios
En total, la lava del volcán de Cumbre Vieja en La Palma ha dejado sin viabilidad 340 hectárreas de cultivo, de las cuales 217 pertenecen al cultivo del plátano, lo que ha supuesto “un golpe” para la principal actividad económica y social de la zona y para más de 600 familias que han perdido su sustento, comentan.
Además, la situación en el terreno es compleja, ya que zonas de cultivo y de otros usos se entremezclaban desde la carretera de la zona de La Laguna, situada a 315 metros sobre el nivel del mar, hasta la costa y entre las de cultivo (340) y las de otros usos (86) suman aproximadamente un total de 426 hectáreas de terreno que ahora mismo se ven inundadas por un malpaís sin utilidad alguna para los propietarios.