cultura

Unai Canela, un joven que trata de tú a los grandes felinos

El Festival de Cine Medioambiental de Canarias exhibe este sábado en Buenavista del Norte el documental 'Panteras'
Andoni y Unai Canela. / DA

Unai Canela llama gatos a los grandes felinos. Es su manera de tratarlos de tú. “Al final, son como amigos; de tanto verlos hay que tutearlos un poco…”, explica cuando se le pregunta por qué usa esa palabra para referirse a leones, tigres, panteras, linces… En cualquier caso, también menciona estos animales con sus apellidos, no se queda en una visión general, sino que entra a precisar: “Leopardo de las nieves, gato de Pallas, pantera nebulosa”, cita al repasar la diversidad de grandes felinos que se pueden encontrar en el planeta, más allá de los más conocidos, el tigre de la India y el león africano.

Con 18 años cumplidos hace unos meses, Unai Canela estará esté sábado presente, por segunda vez, en el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (Ficmec) con su nueva película, Panteras, dirigida por su padre, Andoni Canela. Será a partir de las 19.00 horas en el lateral de la plaza de Los Remedios de Buenavista del Norte.

Por decisión de su padre y de su madre, Unai Canela ha tenido la oportunidad de vivir en medio de la naturaleza, repartiendo su tiempo entre el mundo rural del Pirineo catalán y el resto del planeta. Desde los cuatro años viaja con su familia, que registra sus experiencias en distintos formatos: libros, fotos, películas, guías didácticas… La suya es una vida singular, aunque le cuesta destacarlo, porque es lo único que conoce: “He tenido la suerte de poderme criar en estos sitios, he crecido en este entorno y es un poco todo lo que he vivido. Estoy muy agradecido de haber podido visitar todo tipo de culturas y de lugares, apreciar la naturaleza; salirme de esa zona de confort de Occidente es algo que valoro muchísimo. Igual ahora me cuesta reconocerlo, porque toda mi infancia, por suerte, ha sido así, pero sí que lo aprecio un montón y estoy superagradecido”.

‘Panteras’ se exhibe este sábado en Buenavista del Norte. / DA

De Ficmec, donde en 2017 la familia de los Canela presentó el documental El viaje de Unai, el joven guarda una buena impresión: “Cuando estuve tendría 12 o 13 años. Recuerdo que me pareció un festival genial, sobre todo por cómo engloba el cine medioambiental y la manera de mostrarlo. Por suerte, hemos tenido la oportunidad de mover Panteras por muchos sitios, pero para mí siempre es muy reconfortante poder llevarla a lugares que nos hablan específicamente del medio ambiente, un sitio dedicado realmente a películas como esta”, asegura.

Ese mismo año en que Unai estuvo en Ficmec, el entonces adolescente ya acumulaba más de seis de experiencia de viajero por el mundo en pos de especies en peligro de extinción, de vivencias en la naturaleza y de encuentro con otras culturas… Más de la mitad de su vida en aquel momento. Justo 2017 fue cuando su padre, Andoni Canela, y el propio Unai se embarcaron en el plan que dio lugar a Panteras, un proyecto que ha significado cuatro años de viajes y de trabajo en cine documental.

“Estuvimos rodando y editando, lo bueno es que, como no estábamos siempre viajando, el resto del tiempo servía para planear el siguiente viaje y procesar el material grabado. El último año ha servido para toda la postproducción: la música y todo el proceso técnico más allá del rodaje”, explica para resumir un recorrido en el que su papel ha consistido en filmar. Además, padre e hijo, desempeñan en la película “un poco el papel protagonista, porque narramos las aventuras que vamos viviendo mientras buscamos estos animales por el mundo”.

Hijo de un fotógrafo, Unai ya había aprendido antes a utilizar la cámara, “pero con Panteras, con mis 12 años que empecé, es cuando comencé a filmar de verdad y es lo que me ha llevado a hacer otros proyectos en el mismo campo, desde el ojo del camarógrafo”, explica.

En el documental asistimos al viaje de Andoni e Unai en busca del jaguar de Mato Grosso, el guepardo del Kalahari, el tigre de Rajastán, el puma de la Patagonia, el leopardo de Ceilán, el lince ibérico de Sierra Morena y el león de Masái Mara. La travesía se alarga varios años y culmina en el techo del mundo, donde tratan de encontrar al legendario leopardo de las nieves que habita en las montañas del Tíbet y los Himalayas.

“Cada animal tiene su cosa fascinante, pero los felinos tienen cierta independencia, son animales muy sabios, inteligentes, muy ágiles, muy majestuosos”, reflexiona cuando trata de buscar una explicación a la fascinación que provocan los grandes felinos. “Toda su evolución es muy curiosa, desde sus patas, las uñas retráctiles… A nivel evolutivo y de comportamiento son animales muy inteligentes. Creo que es algo muy atractivo para un ser humano ver un animal que tiene esas capacidades que nos cuesta imaginar: ven en la oscuridad, por las mañanas te escuchan a no sé cuánta distancia, pueden olerte a no sé cuántos metros, es una pasada lo avanzados que son estos animales”.

Alentado por un ánimo conservacionista, Unai asegura que la convivencia estrecha con estos grandes felinos le provoca lo mismo que la proximidad a cualquier animal: “Uno es capaz de entender su situación, sus amenazas, su belleza, qué vida tienen, el hábitat en el que viven y cómo nosotros afectamos a estos animales, cómo hacemos una diferencia para bien, en algunos casos, y en su mayoría, por desgracia, para mal, y cómo algunos animales están amenazados por mala gestión de los humanos”.

Preguntado por el turismo de observación cercana, los safaris en los que los viajeros se limitan a observar, Unai aclara que “si se hace de una manera respetuosa, a los animales, en general, no les suele impactar para nada el hecho de que haya unos humanos mirándolos. No les suele molestar, a excepción de algunos sitios en los que sí es verdad que se lleva mal el turismo con animales, pero, en general, no suele ser negativo, incluso, puede ser algo positivo”, porque la gente deja de cazarlos para conservarlos como atractivo turístico local.

En Panteras hay también buenas noticias, como la de la recuperación del lince ibérico: “El lince es una de estas historias positivas. Estuvo a punto de extinguirse hace unos cuantos años y ahora, gracias a subvenciones de Europa y a distintos programas, se ha podido reintroducir y aumentar las poblaciones”.

PROGRAMACIÓN

La programación de Ficmec Adeventure en Buenavista del Norte para hoy sábado contempla como actividades paralelas la feria de productos ecológicos y sostenibilidad, que se celebrará de 11.00 a 18.00 horas en la plaza de Los Remedios, y el concierto de Fran Baraja, que tendrá lugar en el mismo sitio a las 21.30 horas. La feria constituye un espacio en el que productores, empresas y colectivos diversos presentan sus propuestas, productos e iniciativas inspiradas en la filosofía verde.

Fran Baraja es un artista polifacético e inclasificable que se dio a conocer como músico de calle. Compositor, contrabajista y cómico, define su música como folk del Atlántico: música de raíz con base de rock que da soporte a unas letras salpicadas de sátira y un profundo acento canario.

Por otra parte, el programa cinematográfico de hoy se completa con los cortometrajes Useless opera singers (Finlandia, 2021), de Pablo Serret de Ena, y Mama (España, República Democrática del Congo, 2021), de Pablo de la Chica. Se proyectarán a partir de las 17.00 horas.

Hit the road (Irán, 2021), de Panah Panahi, cierra la programación del sábado a las 21.30 horas. El único largometraje de ficción de la jornada muestra a una familia tierna y caótica en un viaje por carretera a través de un paisaje accidentado.

Las entradas para asistir a la proyección deben adquirirse previamente a través de Internet, en la plataforma Tomaticket. La recaudación de las entradas, que cuestan dos euros, se destinará a las personas damnificadas por la guerra en Ucrania, una iniciativa de la directora Ulyana Osovska.

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