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Escondían la cocaína en un buque de millo: intervienen 200 kilos en Santa Cruz

La embarcación practicaba una parada técnica para aprovisionarse de combustible en el puerto de Tenerife en su ruta desde Brasil hasta Lisboa
Escondían la cocaína en un buque de millo: intervienen 200 kilos en Santa Cruz
Escondían la cocaína en un buque de millo: intervienen 200 kilos en Santa Cruz. | EP

El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Santa Cruz de Tenerife y la Guardia Civil han intervenido 200 kilos de cocaína en el buque ‘Nord Mamore’ cuando practicaba una parada técnica para aprovisionarse de combustible en el puerto de la capital tinerfeña en su ruta desde Brasil hasta el puerto de Lisboa.

La intervención se ha realizado después de una de las visitas de fondeo que realiza la Sección del Resguardo Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil del puerto de Santa Cruz de Tenerife de forma conjunta con la Unidad Combinada de Vigilancia Aduanera de Santa Cruz de Tenerife, acción que se realiza para fiscalizar la carga de los barcos.

Esta visita de fondeo se realizó en la madrugada del 5 de agosto, que estaba fondeado en la zona número 2 del puerto de Santa Cruz de Tenerife para repostar combustible, siendo la carga declarada maíz y su destino el puerto de Lisboa, según ha informado la Guardia Civil y la Agencia Tributaria en nota de prensa.

Escondían la cocaína en un buque de millo: intervienen 200 kilos en Santa Cruz
Escondían la cocaína en un buque de millo: intervienen 200 kilos en Santa Cruz

Sin embargo, en el transcurso de la inspección de la carga y del resto de zonas comunes de la embarcación detectaron hasta un total de ocho fardos. En concreto, el hallazgo se produjo durante la revisión de una tobera de toma de agua de refrigeración de la maquinaria del buque, efectuada desde el exterior del casco por personal del equipo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS).

Estos fardos se encontraban atados en el interior de la tobera y entre sí cuando fueron localizados por los buceadores. Posteriormente, tras analizarlos resultó que en su interior se detectó la presencia de sustancias estupefacientes, concretamente cocaína, arrojando un peso de 200 kilogramos una vez pesado el contenido de los paquetes que contenían los fardos.

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