El son no se detiene en agosto

Troveros de Asieta conmemora hasta el 29 de diciembre sus 30 años de son cubano, pues esa es justo la fecha, pero de 1991, en la que la formación isleña se subió por primera vez a un escenario, el del Teatro Chico de Santa Cruz de La Palma. Al hilo de esa celebración, el conjunto palmero está desplegando una gira de conciertos que en lo que resta de este mes de agosto visitará Tenerife, La Gomera y, no podía ser de otra manera, su patria chica: La Palma.

La plaza de San Pedro Apóstol de Vilaflor de Chasna alberga mañana sábado (19.00 horas) el primero de estos encuentros musicales. Troveros de Asieta formará parte de la propuesta Vilaflor Al Son entre Tapas y Vinos, que se inscribe en las fiestas patronales del municipio tinerfeño en honor a San Roque y San Agustín. Seis días más tarde, el 19, el grupo actuará en Valle Gran Rey, en La Gomera, en cuya plaza de San Pedro va a tener lugar la segunda edición del Festival Salitre y Son (21.30 horas).

En La Palma, y también en unas celebraciones patronales, pero las que tienen lugar en Tijarafe en honor a Nuestra Señora de Candelaria, el conjunto participa el día 28 en el I Guajira y Punto! Fest. Al día siguiente, 29 de agosto, de nuevo en Tenerife, el conjunto palmero se suma a la Gran Fiesta Temática Cubana Soñando (17.30 horas), que tendrá lugar en La Victoria de Acentejo, en este caso, como parte de la programación de los festejos patronales en honor a Nuestra Señora de la Encarnación.

RETROSPECTIVA Y NUEVOS TEMAS

Una de las singularidades que caracterizan a todos y cada uno de estos conciertos, según detalla Francis Concepción, voz y guitarra de Troveros, es la presentación de nuevas composiciones. “En cada espectáculo que llevamos a cabo hacemos una presentación de nuestro trigésimo aniversario, que solemos acompañar con un audiovisual que ofrece al público un recorrido por la historia del grupo, y a continuación interpretamos algunos de los temas más conocidos de esa trayectoria, especialmente los que forman parte de nuestros dos últimos trabajos discográficos: Querida Cuba (2017) e Influencias del Latin Jazz (2020)”, explica el miembro fundador de este proyecto musical, junto a Pedro Brito, Fernando García y Fredy Concepción, en 1991. “Pero, además -apostilla-, estrenamos canciones, que han escrito para nosotros o que han sido compuestas por integrantes del grupo”.

Troveros de Asieta está conformado en la actualidad, además de por Francis Concepción, por Pedro Brito (tres cubano y voz), Fran Martín Ciani (voz y percusión menor), José Humberto Martín (trompeta y coros), Óscar Herrera (trompeta), Carlos Perdomo (baby bass), Julio González (percusión), David Platero (percusión) y Alberto Martín (piano).

ESTRENOS EN DIRECTO

Las nuevas composiciones que han sido creadas por integrantes de la formación palmera son Solo alambre (Alberto Martín), Desde niño (Francisco Martín) y Borracho inocente (Alberto Martín), a las que se suman las del cubano César Hechavarría Son apretaito, Tejer el tiempo (compuesta junto a Jorge Luis Pérez y ya grabada con anterioridad por Hechavarría), El rey y el peón y La miradita.

“Las canciones las estamos tocando por primera vez ante el público en los conciertos, incluso algunas de ellas no se han estrenado todavía en directo”, pone de relieve Francis Concepción. “La idea es que a partir del otoño comencemos a difundirlas de forma paulatina en las redes sociales a través de vídeos musicales en los que se nos podrá contemplar interpretándolas, pero, en todo caso, los primeros en escucharlas van a ser nuestros seguidores, la gente que acude a los conciertos de Troveros de Asieta”, subraya.

De esta forma, la celebración del 30 aniversario de esta experiencia musical posee un doble aliciente para aquellas personas residentes en el Archipiélago que decidan acudir a uno de los espectáculos de Troveros de Asieta: disfrutar con el viaje musical que proponen sus integrantes desde hace tres decenios, pero también descubrir los nuevos territorios que están explorando. Un completo itinerario en torno al son cubano en el que también hay cabida para el chachachá, el bolero, la guaracha, el guaguancó y el jazz.