candelaria

José Vélez canta por primera vez ante la Virgen de Candelaria

El intérprete grancanario, con medio siglo de carrera, repasó anoche durante dos horas su repertorio jalonado de éxitos: “Con 70 años todavía me apasiona subirme a los escenarios”
José Vélez

Estuvo casi enclaustrado en su Telde natal durante la larga pandemia, pero José Vélez, lejos de poner freno a medio siglo como cantante profesional, sigue muy activo, como demostró anoche sobre el escenario de la plaza de la Patrona, en su primera intervención en las fiestas dedicadas a la Patrona de Canarias, la Virgen de Candelaria. “Había actuado hace muchos años en las fiestas de Santa Ana, pero nunca ante la Virgen de Candelaria”, señaló el cantante en una entrevista a DIARIO DE AVISOS, poco antes de subir anoche al escenario candelariero.

Reconoció que “no soy católico practicante, pero tengo mi fe y en eso soy muy creyente. Es para mi un honor muy grande cantar a la Patrona y a toda la gente de Candelaria, en una noche bonita, con mis propios músicos y nada de pregrabado, un concierto de verdad”, señaló el teldense de 70 años, que a principios de este siglo superó un infarto de miocardio, del que se siente recuperado “como reflejan mis controles”, recuerda el cantante.

José Vélez repasó ayer durante dos horas y ante más de tres mil personas su largo repertorio, jalonado de éxitos en España y en casi toda América, desde los años setenta hasta aquí, con naciones como Vino griego (su primer gran éxito en América, en 1975), Canarito, Bailemos un vals o Procuro olvidarte que “ya no son canciones mías sino de la gente, tanto que a veces la cantan mejor que yo cuando les pido que el estribillo o cuando se me olvida la letra”, relata.

José Vélez, que representó a España en Eurovisión en 1978 (noveno con Bailemos un vals), vivió con amargura la pandemia, a pesar de que “afortunadamente no me cogió la COVID, pero sí a familiares y a mi mujer, Teresa”, expresando que “lo peor no solo es el daño físico, sino el psíquico, las consecuencias que te deja en la cabeza”. “Afortunadamente -añade- no me afectó para nada, me supe cuidar y mi garganta y mi voz siguen intactas, entre otras razones porque siempre me he sabido cuidar, sin beber, sin fumar”.

Ese buen estado de salud le ha permitido, una vez superada la pandemia, “hacer ocho galas por Canarias y todas ellas con gran éxito de público, llenando el Ifecar de Las Palmas, con más público que el que metió Miguel Ríos o en las fiestas de Arucas, con casi cuatro mil personas. Mientras el cuerpo y la voz me responda voy a seguir sobre los escenarios para no defraudar a ese público maravilloso que tanto me quiere y tanto me ha dado. He podido disfrutar de nuevo de la adrenalina de cantar en público, porque más que grabar discos o hacer televisión lo que más me apasiona es cantar en vivo”. Por lo pronto seguirá de gira por Canarias a la espera que “el mundo esté algo más tranquilo, porque la guerra de Ucrania nos ha afectado muchísimo, como el volcán de La Palma, que me ha hecho vivir con una angustia durante mucho tiempo con una angustia impresionante, como todos los canarios, con el corazón en un puño. Han pasado muchas cosas desagradables y espero que se marche tanta desgracia y podamos volver otra vez a escuchar canciones, a divertirnos, que eso es en definitiva de lo que se trata la vida”.

Los Sabandeños

Para cerrar las fiestas en honor a la Patrona de Canarias, hoy, a las 21.30 horas, la plaza del mismo nombre recibirá la visita casi ya tradicional de Los Sabandeños, el grupo folclórico más internacional de Canarias. Será el cierre cultural y musical de unas fiestas que han retomado su esplendor tres años después de que fueran restringidas por la llegada de la COVID-19. Los actos religiososos culminarán mañana con distintas misas en la Basílica, con la salida de nuevo en procesión por la plaza de la imagen de Candelaria tras la del eucaristía del mediodía, en la denominada octava de la Asunción de María, siempre y cuando el viento no esté presente en la plaza.

TE PUEDE INTERESAR