“Por una parte está muy bien que la Consejería de Educación haya atendido nuestra demanda y se incrementen las Aulas Enclave en el CEIP Adeje, pero por otra no entendemos que se hayan programado tan tarde las obras, tanto que ahora los niños tienen que ir al colegio con ruidos y golpes en las paredes, con lo que eso significa para un alumno y más para un alumno con autismo”, señala Eva Bos, madre de David, uno de los pequeños con TEA que acuden desde hace más de cinco años a ese colegio adejero.
“Tenemos a niños muy rutinarios que empiezan en un sitio para cambiar a otro, niños pequeños escuchando ruidos de obra y docentes intentando hacer su trabajo con todo ese jaleo”, comenta.
Señalan los padres que las obras, al ser superiores a 15.000 euros y necesitar una licitación, “pueden ser más difíciles de ejecutar”, pero no entienden que “se haya planificado a última hora, comenzando las obras a mitad de agosto”, señalando, sobre todo, a la Consejería de Educación más que al Ayuntamiento, al tener este la competencia del mantenimiento, pero no el de ejecutar obras de esa magnitud, como es la creación de nuevas aulas.
Reconocen que esa ampliación es bienvenida, porque “hay mucho déficit de aulas Enclave por la zona”, algo que reconoce también Pedro Crespo, presidente del sindicado de docentes Anpe Canarias. “Ha habido problemas con las obras, con estas aulas y las otras, no solo en Adeje, sino también en otros lugares de Tenerife”, señaló.
Las Aulas Enclave (AE) son unidades de escolarización en centros educativos ordinarios en las que se proporciona respuesta educativa al alumnado con Necesidades Educativas Especiales (NEE), que requiere de adaptaciones que se apartan significativamente del currículo en la mayor parte o en todas las materias, y que precisan de recursos extraordinarios de difícil generalización.
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