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En busca de “almacenar” el sol para combatir el precio de la luz

Los instaladores de placas fotovoltaicas en Tenerife no dan abasto ante la gran demanda por el autoconsumo, aunque no todos los ayuntamientos apuestan por la bonificación de la energía verde en el IBI, lamenta Enrique Rodríguez de Azero
En busca de “almacenar” el sol para combatir el precio de la luz

En 2018 (Real Decreto 15/2018) se reconocía, por fin, en España el derecho al autoconsumo solar, eliminándose el denominado Impuesto al Sol impulsado por el exministro Soria. Sin embargo no ha sido ahora, con la salida de la pandemia y el enorme encarecimiento de la electricidad, por la guerra de Ucrania, cuando ha habido en Canarias una auténtica avalancha por aprovechar las horas de sol para abaratar el recibo de la luz, además con la simplificación de todos los trámites para legalizar una instalación y con subvenciones europeas y municipales que abaratan los costes, aunque no todos los ayuntamientos, al menos, en Tenerife, aplican subvenciones, que en algunos casos puede llegar al 50% en el recibo del IBI.

Otro de los fundamentos para entender la gran demanda existente en la actualidad, que se refleja en la lista de espera para ser atendidos por una empresa instaladora, es que los costes de instalación se han reducido en los últimos años y la tecnología es ahora más eficiente, oscilando entre los 5.000 y los 6.000 euros el coste de una instalación de unas cinco placas para una casa unifamiliar con 3.5 Kwh de potencia, de los que habría que descontar aproximadamente unos 1.300 euros de la subvención europea, aunque esta suele tardar entre seis meses y un año en llegar. En el caso que se quiera el autoconsumo exclusivo -es decir no enviar el sobrante de la placa a la red- habría que añadir otros 6.000 más para las baterías, con las que se podría cargar también, si lo tuviera, un coche eléctrico.
Desde los últimos diez años, según el Informe Anual 2020 de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la energía fotovoltaica ha tenido una reducción de costes del 89%.

Enrique Rodríguez de Azero, presidente de la Asociación Canaria de Energías Renovables (ACER), también certifica que la demanda para instalar placas fotovoltaicas se ha disparado. “Con un recibo de la luz tan caro, se han incrementado las solicitudes de información porque lógicamente hay una posibilidad de ahorro mayor”, insistiendo que se trata de “una inversión no un gasto porque en el momento en el que amortizas la instalación, la energía eléctrica es más barata”, expone. Por citar un ejemplo, sin batería, un propietario de una vivienda que hoy pague 80 euros al mes de luz podría pasar a pagar 20, poco más de la potencia y los impuestos, siempre que esa vivienda esté situada en zonas de Tenerife con más de 10 o 12 horas de sol, como ocurre habitualmente desde Santa Cruz a Santiago del Teide, según detalla Sergio, instalador de una empresa que trabaja para Iberdrola. Eso si esa instalación no tiene batería, algo que Rodríguez de Azero, aconseja aunque “poco a poco, modularmente. Se puede dejar para una etapa posterior, porque resulta difícil poder amortizarla de golpe, además que se espera una reducción de coste de las baterías, cuando salgamos de esta crisis por la guerra de Ucrania”, apuntó.

Hay que recordar que para realizar la instalación existen dos vías, aquella en la que el clientes se desvincula por completo de la red eléctrica y pasa a surtirse solo de la energía que genera, -para lo que será necesaria la colocación de baterías que aumentan el coste, pero permiten almacenar la energía generada por las placas y utilizarla en aquellos momentos en los que no están funcionando-, o la más extendida, en la que se sigue conectado a la red para poder abastecerse cuando las placas no están generando energía al no haber luz solar.

Cómo funciona

La energía solar trata del uso que genera una instalación fotovoltaica para tu consumo personal y que incide de manera directa en un considerable ahorro económico y energético. Una instalación de autoconsumo la forman paneles fotovoltaicos y un inversor solar. Estos paneles son capaces de captar luz del sol generando energía; el inversor fotovoltaico transformará la energía eléctrica de continua a alterna para alimentar la red eléctrica de tu hogar y los electrodomésticos. Un movimiento que contribuye a mantener con responsabilidad y respeto el ecosistema del planeta. Pero, sobre todo, es una medida inteligente de ahorro que se refleja en la factura eléctrica mensual. Su funcionamiento es muy simple. Tu vivienda acude al punto de energía más cercano para abastecerse. Es decir, se alimenta en primer lugar de la instalación de autoconsumo y luego, en caso de que fuera necesario, de la red convencional. Un sistema que evita cortes eléctricos ya que ambas se complementan. Pero, también, tu instalación de autoconsumo puede generar excedentes que se devuelve en su parte proporcional a la red eléctrica convencional. Esta compensación influye cuando tu instalación no produce suficiente energía para alimentar la red o durante el consumo nocturno.

La energía solar es energía verde: completamente gratuita, limpia, renovable, no contaminante e ilimitada. La instalación de autoconsumo podría evitar una tonelada de CO2 anual por cada kilovatio instalado. Te conviertes en independiente energético: el autoconsumo te permite adquirir autonomía energética, ya sea total o parcial, de las compañías eléctricas. Tú decides cómo y cuándo consumir la energía que almacenas sin coste alguno. El precio de cada kWh de electricidad que produce la energía solar es más bajo que el de las compañías. Además, su coste no cambia a lo largo de los años. Algo que sí puedes comprobar en el precio de los proveedores de electricidad. Notarás un ahorro económico inmediato. Los paneles fotovoltaicos producen electricidad desde el mismo momento de su instalación, aunque tarde unos dos meses en llegarte de Industria la legalización, necesaria para acogerte a las distintas subvenciones. Después de haber amortizado la instalación, tu ahorro de energía será neto. Además, poseer este tipo de instalación supone mejorar la certificación energética del inmueble e incrementa su valor en caso de venta. El sistema fotovoltaico tiene una vida útil de 25 años. Un tiempo considerable para sacarle rendimiento a la inversión. Además, para reducir el tiempo del aire acondicionado o el ventilador en verano, las placas absorben la mayor parte de las radiaciones solares, por lo que notarás que la temperatura descenderá en el interior de tu vivienda. A todas estas ventajas hay que sumar que existen subvenciones y rebajas fiscales, además de que puedes financiar las placas hasta en diez años.

Los ayuntamientos

No se trata de una moda o una reciente necesidad. La energía solar es en este siglo una apuesta de las distintas administraciones del Estado, entre ellas la municipal, con considerables descuentos en el recibo del IBI (Impuesto de Bienes e Inmuebles) e incluso en el ICIO (Impuesto de Construcción, Instalaciones y Obras). Sin embargo no son todos los que aplican bonificaciones y hay diferencias entre quienes lo hacen. Así, en Tenerife destacan dos ayuntamientos, por encima del resto, como son Güímar y Santa Úrsula, con el 50% de descuento en el IBI durante 25 años. También llegan al 50% Santa Cruz de Tenerife y Puerto de la Cruz, pero solo durante los primeros cinco años. Candelaria descuenta el 30% del IBI durante 25 años, mientras La Orotava lo hace por ese mismo porcentaje durante 20 años. La Laguna, Granadilla de Abona y El Rosario rebajan el 25%, pero solo los dos primeros durante cinco años y el consistorio rosarino, en cuatro.

Sorprende y mucho que dos municipios con muchísimas horas de sol, y económicamente saneados, como Adeje y Arona, no tengan subvenciones a la energía solar, aunque desde Arona señalan que “se estudiará si fuera necesario, mientras las condiciones técnicas lo permitan” y en Adeje “ya se estudia”. El Ayuntamiento de Arona recuerda que en 2018 y 2019 ya hubo bonificaciones y exenciones al IBI en el tramo municipal por valor de un millón de euros, y desde el consistorio de Adeje, que recientemente se inauguró “la primera comunidad energética ciudadana de Europa” con placas en el edificio de la escuela de Música y Danza.
En el ICIO, la mayoría de los ayuntamientos tienen descuentos que van desde el 75% al 95%, en este último caso, en La Laguna y Candelaria.

A este respecto, Rodríguez de Azero lamenta que “todavía haya ayuntamientos que no colaboren en las energías limpias. No se entiende que no rebajen los impuestos con la crisis que están pasando las familias y no apuesten decididamente por las renovables”.

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