“El Emérito está cabreadísimo y se queja de que parece que ha matado a alguien“, relata una persona cercana a Juan Carlos I. Al otrora monarca le ofenden las precauciones de Zarzuela para evitar que, en Londres, vaya a producirse una fotografía con su hijo, Felipe VI.
La del sábado fue una tarde atípica en palacio. El ajetreo de las oficinas del Edificio Magnolia era más propio de cualquier otro día de la semana. ¿La razón? Planificar el viaje a la capital británica que los reyes Felipe y Letizia, así como la reina Sofía, van a efectuar con motivo de la visita a la capilla ardiente de Isabel II de Inglaterra y su posterior funeral en la Abadía de Westminster, que se celebrará el lunes.
La línea de teléfono Madrid-Abu Dabi echó chispas. Al final, Zarzuela pudo organizar una logística que, aunque no ha convencido del todo a ambas partes, es la más lógica.
“Juan Carlos irá directamente al hotel en el que se alojará con la reina Sofía. No se verá con su mujer hasta entonces. A Zarzuela le preocupaba el posible encuentro, o mejor dicho, la posible foto entre ambos, pero los horarios y la diferencia entre sus cargos [uno es Jefe de Estado y el otro parte de la Familia Real], hace que esto, sí se produce, vaya a tener lugar fuera de los focos”, narra la misma fuente.
Juan Carlos viajará a Londres desde Oriente Medio en uno de los aviones privados del jeque Mohamed bin Zayed, quien se lo ha ofrecido para este desplazamiento.
Aunque valoraron volar juntos, ya que el máximo mandatario de Abu Dabi también asistirá al funeral como jefe de Estado, finalmente lo harán en dos vuelos separados. El transporte del Emérito tomará tierra en el aeropuerto londinense de Luton sobre la una de la tarde (hora inglesa).
Por su parte, los reyes Felipe y Letizia, acompañados por la madre del rey y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajarán en un avión de la fuerza aérea española que tomará tierra en Heathrow.
La logística ha sido complicada, pero parece que todo está ya planeado y organizado. Los padres de Felipe VI se alojarán en el hotel Claridge’s.
Coincidencias de la vida, se trata del mismo en el que en 1961, un joven Príncipe de Gerona y la hija del rey griego en el exilio se hospedaron por separado antes de la boda de los duques de Kent.
Les presentaron y un año más tarde volvieron al hotel, ya como novios. En 2020, Corinna Sayn-Wittgenstein eligió el Claridge’s para ofrecer una entrevista a la revista Paris-Match que desató la tormenta en la que el otrora monarca sigue metido.
Mientras, los actuales reyes se hospedarán en la residencia del embajador español en Londres. Y saldrán antes, con destino a la capilla ardiente que los Eméritos presentarán sus respetos ante el cuerpo de Isabel II, pero sin encontrarse con Juan Carlos y Sofía.
Lo mismo ocurrirá con la recepción de después en el Palacio de Buckingham que ofrece el nuevo rey Carlos III a todos los invitados al funeral. “Delante de las cámaras no creemos que se produzca el encuentro, ya que los jefes de Estado entrarán primero y los demás, bastante después. Así que, si se ven, será después y sin cámaras. En Zarzuela pueden dormir tranquilos”, sentencia la misma fuente.
“De todas maneras, todo está en manos del Rey, que al final es una relación padre e hijo”, concluye.