Ahora puede ser propietario de un castillo en Tenerife. Eso sí, deberá tener 3.187.416 euros porque el Castillo de San Joaquín es una construcción de 1586 con 944 m2 útiles en una parcela de 4400 m2 . Podrá sentirse como se sintieron los antiguos habitantes del fortín, construidos para defender la Isla de piratas y corsarios.
Ubicado entre Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna, en el barrio de Villa Benítez, junto al Mirador de Vistabella, fue reformado para ser utilizado como castillo en 1780. El Castillo de San Joaquín presenta una única entrada de acceso que da a un patio de distribución. Desde ese patio se accede a las cuatros torres cilíndricas y a las edificaciones rectangulares que conectan las cuatros torres. Al interior de las cuatros torres cilíndricas están las escaleras que conectan con la segunda planta. En la azotea hay garitas y otros espacios edificados.
La vendedora anuncia que existe un proyecto de reforma en el que podría ser ubicada una residencia u hotel con 40 habitaciones individuales. “Poder entrar en un espacio completamente fortificado da una sensación de protección, de privacidad y de invulnerabilidad”, asegura la vendedora que recalca que “nadie nunca lo ha derrumbado ya es garantía de una edificación estable”.

El Castillo de San Joaquín ha sido desde polvorín, pasando por palomar, hasta prisión militar. Su aspecto externo y su planta no han variado a lo largo de los años aunque en la actualidad se encuentra prácticamente en ruinas.
Fue propiedad del Ministerio de Defensa hasta 1996, momento en el que, tras una subasta pública, un particular lo compró.