La Concejalía de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Orotava que dirige Delia Escobar, ha organizado diversos actos por el Día de Finados, con el fin de incentivar las señas de identidad canaria de esta festividad. La programación especial, que se lanza por segundo año consecutivo, pretende recuperar las fiestas tradicionales y costumbres y acercarlas más a la población en general.
La Orotava, en hueso y alma es una ruta temática organizada para el sábado 29 de octubre con el fin de dar a conocer el mundo de la muerte desde la historia del arte y la religiosidad del Antiguo Régimen y ver la incidencia que el tránsito a la vida eterna tenía en las iglesias y en sus manifestaciones de artes plásticas. Al mismo tiempo, servirá para conocer escalofriantes historias como la de la muerte del masón Diego de Ponte del Castillo.
Las personas interesadas en participar pueden inscribirse a través del correo electrónico rutas@lhorsa.com o a través del teléfono 696568419 y deberán abonar 3 euros, cantidad que será donada a la asociación Crevo.
El escritor e investigador José Gregorio González ofrecerá el martes 25 a las 18.30 horas en la Casa de la Juventud, la charla La Orotava, el valle de los misterios, haciendo un recorrido por los aspectos más insólitos y enigmáticos que confluyen en el Valle, desde la presencia de simbología esotérica en la arquitectura a llamativos encuentros con ovnis, pasando por relatos brujeriles, episodios y personajes tildados de milagreros que profesaron su fe en los conventos del municipio o historias sobre casas que tradicionalmente han sido vistas como encantadas.
El viernes 28, en el mismo espacio, dará la conferencia el investigador Eusebio Cabrera bajo el título Los finados en Canarias, una tradición que se remonta a ancestrales costumbres que no arraigaron en nuestra tierra hasta bien entrado el Siglo XIX, tal vez influenciados por la emigración que vino de América y enriquecida desde antes con los Ranchos de Ánimas del XVI y XVII. No es hasta esas fechas, cuando esas costumbres enraizaron en la vida cotidiana. Sin embargo, la Desamortización de finales del siglo XIX de los bienes eclesiásticos, el ataque frontal a todo lo divino y la desafección por lo sobrenatural y cercano a la muerte hizo que esta tradición fuese decayendo poco a poco.
La llegada de la luz eléctrica a muchos pueblos durante los inicios del siglo XX provocó que el cine y las poderosas campañas norteamericanas sustituyeran estas tradiciones y cobrara más fuerza fiestas de origen sajón como el Halloween, pero al trabajo de investigación y el empeño de muchos, se han vuelto a rescatar.
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