Emilia González: “Lo mejor de esta profesión es acostarse cada noche con la conciencia tranquila”

Yo no sabía que Emilia pudo haberse convertido en Miss Mundo, en los 90, en Londres. Ni siquiera sabía que el Foreing Office no quiso asignarle un abogado de oficio para que defendiera que Canarias era una región ultra periférica europea y que su participación en el concurso era correcta, según las bases. Que era su derecho. Emilia González Delgado, adejera de 47 años, felizmente casada con un deportista, tres hijos –un niño y dos niñas–, presentadora y redactora-jefa de Informativos de éxito en la Televisión Canaria, durante mucho tiempo. Ahora presenta –empezó el último fin de semana— la segunda temporada del magazine Tierra de Alisios.

Hacía años que no veía a Emilia, que durante años fue chica del tiempo, creo que desde 1999. Estudió y se licenció en Ciencias Físicas en la Universidad de La Laguna, pero antes y durante esa etapa tuvo tiempo de hacer muchas cosas. Le queda pendiente otra, escribir un libro. Pero por razones puramente personales ha de esperar un ratito. Creo que su afición son las matemáticas; en todo caso está enamorada de la exactitud y del orden. Quizá por eso no sale jamás de su casa sin dejar las camas hechas y los niños preparados para el colegio. Ha debutado en una serie de televisión –“un papelito”, dice–. Si sigo hablando yo de ella no haría falta la entrevista. Por eso voy a preguntar y que Emilia se defienda.

-Vamos a aquellos tiempos.
“¿A cuáles?”.

-A los de los concursos de belleza.
“Bueno, fui elegida Reina de las Fiestas del Puerto de la Cruz en 1997, luego Miss Tenerife en el 98. Conseguí acceder a la final de Miss España y después me mandaron al concurso de Miss Mundo, en Londres”.

-¿Y qué pasó allí?
“Pues que los organizadores estimaron que Canarias, de donde yo procedía, no era región ultra periférica europea y pisotearon mis derechos. Una amiga y yo fuimos al Foreing Office en busca de justicia, pero no nos hicieron caso, ni nos prestaron apoyo jurídico a nuestros derechos legítimos; y quedé fuera del certamen y residiendo en Londres una semana, sin que nadie haya tenido en cuenta el Tratado de Amsterdam. Fue realmente frustrante”.

-En tu pueblo, que es Adeje, te quieren. Eso he oído. Y, además, te quieren mucho.
“Pues sí. Y me concedieron el premio Abinque, que se destina a mujeres con una trayectoria significativa, el año 2022. Por causa de la odiosa pandemia no me lo habían entregado y lo harán ahora. Estoy muy orgullosa de recibirlo”.

-¿Echas de menos haber sido chica del tiempo tantos años, en la Televisión Canaria?
“La vida son etapas. Ahí, en ese espacio, me di a conocer, guardo un gran recuerdo de esos años, pero es mejor no echar de menos nada y seguir cubriendo una trayectoria”.

-Pero no te quedaste ahí.
“No, he trabajado en Canarias Directo, Primer Plano, El Envite y en la redacción durante ocho años. Es complicado tener responsabilidad sobre una redacción de informativos de televisión. Luego, más recientemente, me asignaron el programa Tierra de Alisios e iniciamos ahora la segunda temporada, desde el pasado fin de semana. Estoy muy contenta con este espacio”.

(Es una persona culta, con inquietudes literarias y naturalmente científicas. Quiere meter su vida en un libro, pero quizá sea un poco pronto para volcar sus memorias en un relato intimista, con sólo 47 años. Ha llegado muy elegante a Los Limoneros, con su metro ochenta, calculado a ojo, y sus maneras de modelo. Emilia no se tiene creído nada de lo que ha hecho y es una persona para admirar. Ha sabido compaginar su matrimonio, sus hijos y su trabajo y esto no lo logra todo el mundo. “Llevamos veintisiete años casados mi marido y yo, tenemos tres hijos estupendos y todos nos seguimos queriendo”).

-¿Un amor como el del primer día? ¡Vaya pregunta!
“Los amores y los días nunca coinciden. Quiero decir que el tiempo y el amor pueden compaginarse, pero nunca son iguales del todo. Pero claro que hay amor”.

-¿Familia y trabajo, por ese orden?
“He rechazado proyectos muy importantes, porque mi familia va siempre primero. Y, claro, no me arrepiento”.

-Es una pregunta estúpida, pero la tengo que hacer. ¿Cuál es el secreto de que una mujer de 47 años esté como estás tú”.
“No abuso de las comidas, hago deporte todos los días y, si tengo tiempo, un poco de yoga”.

-¿Debajo de esa fachada existe algo de timidez?
“Sí, soy una mujer tímida”.

-¿Y sufres por eso?
“Mucho, si presento una gala me comen los nervios. Sufro porque la gente me mira, me analiza. Siempre he sido juzgada por mi aspecto físico y esto no te ayuda nada en esta profesión. Yo no me creo nada cuando me dicen: “Qué guapa estás”; y entonces respondo que lo que parezco, con los años, es más serena”.

-¿Guardas buenos recuerdos de tu momento/pasarela? Me refiero a los concursos de belleza.
“No especialmente, ni tampoco de casi todas las personas que intervenían en su organización”.

-¿Por qué no has salido de Canarias en busca de otros proyectos?
“Vamos a ver, no ha sido por falta de ofertas”.

-¿Entonces?
“Es que esta es mi tierra y aquí me encuentro a gusto; mis hijos y mi marido están bien y eso a todos nos llena bastante”.

-¿Cuál fue la mejor oferta?
“Una, muy atractiva, de Cuatro para dar la Meteo. Y al mismo tiempo a mi marido le ofrecieron un puesto de entrenador en Málaga. Pudimos haber levantado la casa y marcharnos, pero, ¿para qué? Aquí ya te he dicho que se puede vivir muy bien”.

-¿Y Tierra de Alisios?
“Un programa bien hecho, que tiene muchas posibilidades si se sabe lanzar bien en la Televisión Canaria. Creo que podremos convertirlo en favorito de los espectadores. En realidad, llevamos dos temporadas y creo que pueden ser muchas más”.

-¿Duermes bien, con tanto ajetreo?
“Duermo, sobre todo, con la conciencia tranquila. Y esto es muy importante para alguien que da la cara regularmente en una pantalla de televisión”.

-Has dicho que vas a escribir un libro. ¿Sobre qué?
“Ya he empezado, pero no se va a publicar hasta que algunas personas ya no estén aquí. Tuve una infancia difícil, mi vida no ha sido un camino de rosas. Y lo quiero contar, pero con la serenidad y la reflexión que nos da el paso del tiempo”.

-Algunos dicen que eres la mujer perfecta para la tele. Otros opinan que eres demasiado alta. Yo no.
“Lo agradezco, pero soy absolutamente imperfecta. Por eso reflexiono tanto sobre mi trabajo. Y cuido muy bien las propuestas que me hacen”.

-Incluso ahora te atreves con una serie.
“Un pequeño papel. No aceptaría, por el momento, algo más serio, aunque quién sabe”.

-¿Qué ha cambiado de aquella chica que entró en la Televisión Canaria con 23 años?
“Supongo que haber pasado de joven a mujer, trabajando en un medio de comunicación, te cambia muchas cosas. Claro que he madurado, he aprendido a saber quién es quién y el porqué de las cosas que ocurren. Fíjate que he llegado a ser redactora-jefa de Informativos; y manejar una redacción es muy difícil, coordinar los movimientos de tanta gente te curte un montón. Ahora, con la edad que tengo, esto me da una perspectiva en el tiempo. Era una niña cuando entré a trabajar en televisión, llevo ya veinticuatro años en esta profesión”.

(Ha llegado a Los Limoneros muy elegante, pero Emilia no ha cambiado tanto. Ella repite, cuando la piropeo, que no es que esté más guapa, sino más serena. Puede ser. Recuerdo, pero no el porqué, que antes la veía mucho más. Luego le perdí la pista. Ha dicho que su vida no ha sido fácil. Por eso la razón de ese libro, inevitablemente autobiográfico, que está escribiendo a trocitos, como tomando apuntes según le lleguen los recuerdos. Le comento que todavía es muy ponto para unas memorias, que lo mejor está por llegar. Pero no puede olvidar recuerdos de su niñez que le han marcado . Me parece bien, pero debe esperar, para que tantos episodios se consoliden, para que puedan mirarse con mejor perspectiva y con mayor serenidad).

-Aludes a tu timidez, pero yo te veo firme y muy segura de ti misma.
“Bueno, quizá en apariencia, pero te aseguro que la timidez está muy arraigada en mí. Y me horroriza cuando me analizan. Pero, claro, los que nos asomamos a esa pantalla somos constantemente examinados por la gente. Ahí está el problema. Yo me cuido precisamente por eso, porque mientras mejor me vean mejor voy a estar yo”.

-De eso no hay duda y te aseguro que lo consigues. Has hablado del yoga.
“Sí, el yoga te relaja mucho. Lo practico en casa, cuando tengo tiempo. No puedo ejercitarlo todos los días. Pero el yoga te aporta una relajación y una serenidad envidiables. Y para mí muy necesaria”.

-¿Qué es para ti la televisión?
“Pues utilizaré una frase de alguien: es un monstruo, al que hay que echarle continuamente de comer, todos los días. Esa es su grandeza, o a lo mejor su tragedia, o a lo mejor nuestra tragedia, la de los que participams en el medio”.

-¿Añoras tus tiempos en los Informativos?
“Bueno, esta profesión se compone de etapas. Vas echando para atrás unas y otras y estás en la que estás, en la que te toca, en la que te asignan. Tengo mucha ilusión por Tierra de Alisios y voy a luchar porque este programa de fin de semana destaque y se ponga en buenos límites de audiencia”.

(Seguimos hablando de muchas cosas. Nos acompaña Lucas Fernández, que fue quien descubrió a Emilia González para la televisión. Bueno, y Santi González, hoy jefe de Informativos de Antena 3. La conocieron en una convención en Madrid. Ha pasado el tiempo, pero no la amistad, que siempre está ahí. Emilia tiene que ir a buscar a su niña pequeña al colegio, así que tenemos que despedirnos. Yo recuerdo el día en que la ficharon para dar el tiempo en televisión. Fue un bombazo en toda regla. Valía la pena escucharla y lo que menos importaba –al menos para mí— era el estado del tiempo. Era todo un espectáculo. Ahora sigue siendo una belleza, una mujer inteligente y preparada, que además pudo simultanear su trabajo con sacar adelante la carrera de Físicas. Un ejemplo de dedicación, de superación y yo creo que también de organización. Amiga, te deseo todo el éxito del mundo, bendecido por los vientos alisios, que tanto bien hacen a Canarias).