La dependencia es, sin duda, uno de los problemas que más afecta a la sociedad canaria. Año tras año acumula las quejas de miles de ciudadanos que, angustiados, comprueban cómo la Administración pública no responde a sus peticiones. Marta Arocha se encuentra al frente de este departamento desde hace un año aproximadamente y su objetivo es reducir las listas de espera para que éstas no se prolonguen más allá de lo que contempla la ley. Arocha siempre ha sido muy defensora de los derechos sociales y en este área tiene la enorme suerte de contar con un magnífico equipo para ponerlo en práctica.
-Vuelve al área que le gusta: la dependencia.
“Desde muy joven he sido una enorme defensora de los derechos sociales. Mi familia, muy de izquierdas, me inculcó desde pequeña tener empatia hacia los problemas de los demás y defender los derechos sociales”.
-¿Y cómo da el salto a la política?
“Pues yo creo que por ese vínculo familiar hacia lo social. Estudié Derecho en la ULL y después entro como funcionaria de carrera en el Cabildo de Tenerife, siempre en las áreas sociales. Pero fue mi padre quien me inspiró. Mi relación con él ha marcado mi vida. Además, llevamos una vida paralela. No solo fue el primer director canario de la Seguridad Social sino también concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz y director general de las mismas áreas de las que yo lo soy ahora. De hecho, este despacho [el de la Dirección General de Dependencia en Santa Cruz de Tenerife] lo ocupó él. Mi madre también es un referente en la faceta maternal que había en la época. Pero contestando a su pregunta, fue Aurelio Abreu quien me dio mi primera oportunidad política en el Cabildo de Tenerife. Se quedó vacante la gerencia del IASS y me lo encontré por la escalera y medio en broma le dije que me llevara con él al IASS, y así fue. A partir de ahí ya pasé a otros cargos acompañando a Patricia Hernández, que fue un trabajo duro y difícil porque nos pilló la pandemia, y ahora aquí”.
-Un área difícil… Es la gratificación por poder ayudar, pero, al mismo tiempo, la frustración por no poderlo hacer en tiempo y forma.
“Sí. Lo es, pero le digo una cosa, a pesar de las dificultades que tiene, es el momento profesional más importante de mi carrera. Es el servicio público por excelencia. Trabajamos con un sector de la sociedad que no tiene mucho tiempo y es muy vulnerable. Además, estamos en un momento en que, sin ser triunfalistas, vemos como las cifras y los tiempos se van acortando. Yo soy muy positiva y creo que podemos cambiar las cosas. Hemos atendido a 5.300 personas que ya hoy han visto reconocidos sus derechos. Intento quedarme con este dato positivo y pensar que en el doble de tiempo habremos atendido a 10.600. Porque en el día a día nos encontramos con datos muy dramáticos, por eso es importante ser positiva y lo he trasladado al resto del equipo y el proyecto está funcionando”.
-¿Cuál es el objetivo?
“Reducir las listas de espera y reconocer los derechos al mayor número de personas posibles después de 15 años que no se les ha reconocido. Estamos valorando ahora a personas que presentaron la solicitud en 2021, pero tenemos que ir más allá. El objetivo es cumplir con la ley y no prolongar la espera más allá de los 6 meses”.
-¿Qué es lo que ha fallado para que la espera pueda prolongarse hasta una década?
“Mire, el problema no está en el sistema. El sistema funciona, el problema es que ha habido un abandono total y absoluto de la dependencia durante los 15 años de promulgación de la ley. Y los datos nos refuerzan. Le pongo un ejemplo sencillo para que lo entienda. En Canarias hay una prestación que es la teleasistencia, es muy básica, pero una prestación muy valorada por las personas mayores porque se sienten seguras. Pues bien, en las Islas solo tenemos 1.700 telesistencias concedidas y porque le hemos dado un impulso en el último año, cuando en otras comunidades autónomas hay 10.000 ó 12.000. ¿Cómo es posible que en Canarias después de 15 años no lleguemos a las 2.000? Pues esto es un ejemplo. No existía un contrato de teleasistencia que lo estamos sacando ahora. Mi objetivo es llegar a los 10.000. Otro dato: ayudas a domicilio, Canarias 300, Andalucía 100.000. El problema es que muchas regiones han puesto en marcha todos estos servicios desde que se puso en vigor la Ley; en Canarias, no, y ahora tenemos acumulados estos retrasos que se han unido a los casos nuevos”.
-El problema de esto es que mucha gente está abandonando a las personas mayores en los hospitales aunque el enfermo esté de alta porque no pueden mantenerlo y no disponen de ayuda.
“Mire, es verdad que las personas dependientes tienen unos derechos y nosotros, como Administración, tenemos que darles una solución rápida, pero como sociedad no podemos mirar para otro lado. Es una responsabilidad compartida. Como sociedad tenemos que cuidar a nuestros dependientes y como Administración pública tenemos que ayudar a los familiares a que puedan tener a esos mayores en su domicilio de forma ágil. No se puede abandonar a nuestro mayores que tanto hicieron por nosotros y tenemos que responderles como sociedad y como Administración”.
-Imagino los casos complicados y difíciles con los que se encuentra todos los días. ¿Cómo desconecta?
“Le aseguro que en este puesto no se desconecta las 24 horas del día. Mi remordimiento es no poderles dedicar todo el tiempo que quiero a mi familia y mis hijos, porque le aseguro que no solo yo, sino todo el equipo de la Dirección no desconectamos. Hay personal en mi equipo que no se coge ni vacaciones porque estamos despegando y les cuesta descansar un par de días. El personal esta muy involucrado porque somos muy conscientes de que trabajamos con personas no con expedientes”.
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