Por Juan Ramón Álvarez. | Gregorio González Arvelo “Kiko” y Severanda Rodríguez Bacallado “Seve”, un matrimonio octogenario del municipio de El Rosario (La Esperanza) afincado en Valle de Guerra, que sigue ayudando a sus hijas, Raquel y Candela, en la tradicional venta de flor cortada por Finaos en el Cementerio de San Luis, La Laguna.
Se trata de una familia unida y trabajadora que daba sus primeros pasos laborales a finales de los años 60 con la venta ambulante de flores, papas, limones, manzanas, orégano, etc., por diferentes calles de La Laguna y Santa Cruz. Posteriormente, ocuparon un puesto de víveres en MercaTenerife para, finalmente, obtener el primer puesto de flores abierto en el Cementerio de San Luis en 1984.
En esta zona lagunera de camposanto es donde las hermanas González, lideran el punto de venta de flor cortada heredada de sus padres. En la actualidad y desde 2006, convertidas en proyecto empresarial, Candela y Raquel opinan y reconocen esta labor “como una tradición familiar que nos da la vida, además de darle continuidad a una bella y digna profesión que se caracteriza por definir al arte floral como efímero con el objetivo de honrar a los seres queridos fallecidos con el mayor cariño y amor que merecen”.
Por otra parte, Severanda, se siente muy orgullosa de sus hijas por considerarlas buenas personas y grandes trabajadoras, que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos donde las cosas son más difíciles que antes. Según ella, sus hijas fueron criadas y educadas con el gusto por flores en su casa de amplios jardines y de innumerables plantas, siempre bien cuidadas y mimadas.
El secreto del éxito
En este sentido, Candela y Raquel González comentan que el secreto del éxito de este puesto de flores en la actualidad pasa por tener mucha paciencia, empatía, constancia, capacidad de escucha y buen trato con los clientes, de ser muy serias y cumplidoras con los proveedores y de ofrecer un buen servicio en relación a la calidad – precio del producto.
Este año se han sumado a la experiencia otros miembros de la familia como los hermanos Sonia y Fredy Rolón, ayudando en las labores de venta ante la masiva afluencia de clientes por Finados, y la presencia de Juanra Álvarez, haciéndoles compañía moral, suministrándoles manzanas reinetas y tortilla, generando ambiente positivo y haciéndoles esta entrevista que quedará para la historia.