El hotel Bahía del Duque ha organizado esta misma semana un menú a seis manos elaborado por Fernanda Fuentes-Cárdenas y Andrea Bernardi, chefs del restaurante Nub, con una estrella Michelin, y Pierre Résimont, de La Brasserie, con dos estrellas Michelin en su restaurante belga L’Eau-Vive. Tanto el Nub como La Brasserie son dos restaurantes ubicados en el mencionado hotel de Costa Adeje que mantienen dos cocinas totalmente diferentes y que por dos noches consecutivas han ideado una propuesta original que fusiona culinarias de Canarias, Italia, Chile y Bélgica, que ha dejado sorprendido gratamente a los comensales.
Los entrantes fueron servidos en la terraza del restaurante Nub, donde se celebró la cena, y comenzaron con la propuesta del chef belga. Tomates, gamberoni (langostinos) y ponzu; Navajas, nata y caviar y un bao de cordero y tsatziki (salsa de yogur griego), que se degustaban de un bocado.
Fuentes-Cárdenas y Bernardi, de origen chileno e italiano, respectivamente, pero con raíces arraigadas en Canarias, presentaron un taco, aguacate y caviar cítrico; un brioche de vaca vieja, queso flor y trufa y una sopa verde fría, tuille de yogur y hierba luisa. Ambas propuestas,un lujo de bocados en miniatura.
Luego Résimont se atrevió con unos camarones grises que trajo él mismo de Bélgica y que acompañó de aguacate, manzana y pepino, plato refinado. Un paso después le tocó a Nub con su pastelera de millo, ceviche de hierbas, un plato a mi juicio emblemático de su culinaria, y una empanada de cochino negro.
En la segunda estación invirtieron los papeles. Primero Fer y Andrea con un mero, millefoglie (milhojas) de batata y papa canaria y lo que han denominado toffee marino consistente en una salsa elaborada con las espinas de los pescados y emulsionadas con mantequilla hasta que adquiere el color tostado. Résimont nos trasladó a la cocina de caza con un corzo, saúco, coles de Bruselas y membrillo.
La tercera estación fue de un gran nivel gastronómico: Résimont empezó con un sorbete de violeta, Nub con una frambuesa, vainilla y rosa y terminó el belga con merengue de coco, frutas exóticas, sorbete de maracuyá y gel de lima.
Los vinos, Linaje de Pago; sidra natural Chacerquén; Qori de bodega El Lomo; Viñátigo tintilla; champagne Taittinger rosado; y Paisaje de las Islas malvasía aromático.
Tras los cafés el apartado ‘Bienvenidos al cielo..’. y nunca mejor dicho: Tarta de café Cassonade (azúcar moreno), de Résimont, y la selección de Petits Fours by Fernanda. El mejor remate para unas jornadas que deberían institucionalizarse.