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Albares: “Seguimos dispuestos a negociar, pero la guerra no puede ser una vía para obtener ventajas”

El ministro de Exteriores subraya, en una entrevista con el DIARIO, la preocupación en Ucrania por la proximidad del invierno
José Manuel Albares Ministro de Asuntos Exteriores
José Manuel Albares Ministro de Asuntos Exteriores. Sergio Méndez

Por María Rozman, Carmelo Rivero y Tinerfe Fumero

Recientemente ha visitado Kiev, capital de una Ucrania en guerra tras la agresión por parte de las tropas del dictador ruso, Vladímir Putin, donde se reunió tanto con el presidente Volodímir Zelenski como con su colega, Dmytro Kuleba. De por sí, su información de primera mano sobre dicho conflicto otorgaba un mayor interés si cabe a la presencia del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, José Manuel Albares, en una nueva edición del Foro Premium del Atlántico que organizó esta misma semana la Fundación DIARIO DE AVISOS. Pero, como se refleja en esta primera entrega, muchos más temas, como la Presidencia española de la UE prevista para el segundo semestre de 2023, también fueron objeto de análisis en la entrevista que le hicieron el Adjunto al Editor del Grupo Plató del Atlántico, Carmelo Rivero, y la directora de Atlántico Televisión, María Rozman, en un encuentro cuyo lema central fue, como no podía ser de otra manera, El desafío global ante la guerra de Ucrania.

-¿Podría detallar cómo fue su reciente visita al presidente Zelenski desde una perspectiva más humana?
“La situación humana que se vive allí es muy complicada y se prevé que se complique todavía más en las semanas y meses próximos. Es evidente que Kiev es ya la capital de un país en guerra, y lo comprobé, por ejemplo, cuando para entrar en el despacho de mi colega Kuleva tuve que atravesar una zona de sacos terreros y un control compuesto por policías y soldados, igual que con el presidente Zelenski. Todo el patrimonio cultural del país está ya cubierto para su protección, pero también advertí la fuerza de voluntad con la que quieren continuar, dentro de lo que se puede, con su vida normal. Cuando pueden, los ucranianos siguen acudiendo a tiendas o a restaurantes, porque si algo percibí fue una determinación total a mantener la integridad territorial y la soberanía de Ucrania por parte de su Gobierno y de su ciudadanía”.

-Cabe suponer que están preocupados ante los que se les ha venido encima…
“Mucho. Están muy preocupados por el invierno que se aproxima sabiendo que gran parte de la generación eléctrica y de calefacción ha sido destruida. Le pongo otro ejemplo: el día que abandoné Kiev rumbo a Polonia atravesé una ciudad de noche donde las casas tenían luz, pero no las calles. No se veía prácticamente nada y había que recurrir a linternas… Me llevaron a ver una guardería donde entre los escombros todavía se observaban juguetes de niños. Ahora han aparecido necesidades nuevas para atender los primeros momentos tras caer un misil o sufrir el ataque desde un dron, porque se producen incendios y caídas colaterales de edificios y hacen falta bomberos con material adecuado para apagarlos, pero también para apuntalar esos edificios. Aunque la catástrofe puede ser todavia mayor, ello no ha bajado la determinación civil de seguir adelante, y eso lo percibí con claridad”.

-Hablamos de una guerra donde sufre especialmente la población civil, de ahí que en su visita se donasen ambulancias capacitadas a embarazadas, pero también a víctimas de violencia sexual. En Europa el apoyo a Ucrania es abrumador pero, ¿qué le diría a tanta gente que vería plausible algunas concesiones a cambio de acordar la paz?
“Efectivamente, llevamos una 30 ambulancias dotadas específicamente en su interior para poder atender partos, porque desgraciadamente uno de los objetivos de los bombardeos son las maternidades y los hospitales, y tenemos que ayudar a que esos bebés nazcan porque son el futuro de Ucrania. También llevamos generadores que ahora son fundamentales para producir electricidad, y además me acompañaron cinco policías que van a actuar como policías judiciales para investigar crímenes de guerra en apoyo a la Fiscalía ucraniana. Son expertos a la hora de averiguar los tipos de explosivos utilizados, entre otras cosas, porque todos aquellos que han cometido crímenes tendrán que responder por ello”.

-¿Y las condiciones para una posible negociación?
“Nadie ha querido esta guerra salvo Rusia y Vladímir Putin. Eso es algo que todo el mundo sabe, pero que hay que repetir una y otra vez. Esta guerra no la ha querido el Gobierno del presidente Zelenski, ni por supuesto los ucranianos ni los europeos ni el Gobierno de España, ni la OTAN ni sus países miembros, que no han hecho nada para que se produzca. Esta es una guerra de agresión en la que los europeos hemos estado sentados en todas las mesas de negociación para hablar con Rusia, y yo mismo acudí en diciembre pasado a una cita de la OTAN con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Hasta el último minuto apostamos por la diplomacia y la negociación para resolver cualquier duda que pudiera tener Rusia sobre su seguridad. ¡Y seguimos dispuestos a dialogar! Nunca nos levantamos de esa mesa, porque quien lo hizo, por decirlo de alguna forma, fue Rusia. Por supuesto que el Gobierno de España, los europeos, estamos dispuestos a coger al vuelo cualquier posibilidad de retornar al camino de la diplomacia, pero siempre dentro del respeto a la Carta de Naciones Unidas, a la igualdad soberana de todos los estados, a la integridad territorial de Ucrania. Porque al final lo que pedimos para Ucrania es lo mismo que queremos para España y para el resto de los países: la guerra no puede ser una forma de conseguir ganancias políticas a nivel internacional. De cualquier modo, solo el Gobierno de Ucrania puede decidir lo que conside aceptable o no para acordar la paz”.

-En la reciente Gala de entrega de los Premios Taburiente, que otorga la Fundación DIARIO DE AVISOS, intervino el presidente Zelenski para pedir ayuda ante el drama que se avecina en Ucrania para este invierno. Sin embargo, usted ha comentado que no ha perdido su vis cómica pese a todo…
“Es verdad. Pude compartir con él durante una hora y en algunos momentos fue capaz incluso de bromear y reírse, pero siempre percibí a un hombre determinado y consciente de la dificultad que afronta su país, pero muy firme en seguir en Kiev, donde lleva desde el principio de la guerra, al frente de su Gobierno que fue elegido democráticamente por una amplia mayoría, incluso abrumadora, y que no piensa en abandonar a su país y que quiere defender sus fronteras internacionalmente reconocidas. Exactamente igual fue mi reunión con mi colega Kuleva, al que veo más a menudo, porque coincidimos fuera de Ucrania, dado que acude a citas internacionales en la medida de lo posible y eso permite que nos conozcamos mejor. Kuleva es padre de familia como yo, y le pregunto cómo están sus hijos ante esta situación y me comenta anécdotas al respecto, pero siempre me transmite la determinación, en la medida de lo posible dentro de un margen ciertamente cada vez más estrecho de mantener una vida normal como padre de familia y, en definitiva, como persona”.

José Manuel Albares Ministro de Asuntos Exteriores
José Manuel Albares Ministro de Asuntos Exteriores. Fran Pallero

-En este nuevo orden mundial hay varios actores que quieren sentarse en la mesa principal. Si Rusia parece hoy que no es esa gran superpotencia que se suponía, otros como China buscan su sitio con encuentros, por ejemplo, como el reciente con Alemania, mientras Moscú cuenta con aliados en Irán, que le suministra drones, además de la aparente neutralidad de la India o Pakistán. ¿Cómo ve este nuevo orden mundial y qué papel juega España y por ende Europa?“
En este nuevo rediseño del orden mundial, que ya venía produciéndose pero que la agresión rusa a Ucrania ha acelerado, vemos cómo empieza a perfilarse definitivamente. China, por su peso demográfico, económico y militar, pero sobre todo por el ascendente de su relación histórica con Rusia y la influencia del presidente Xi con Putin, tiene la responsabilidad de ayudar a garantizar la seguridad mundial. Siempre que me he encontrado con mi colega chino, Wang Yi, le transmito lo que esperamos de ellos: que jueguen ese papel moderador que les corresponda. India es otro país con un gran peso y tenemos que dialogar con ellos para que también jueguen ese papel moderador. Es verdad que, a medida que avanza el conflicto, vemos cambios incluso con sus silencios porque está claro que buscan lo mismo que nosotros: que vuelva la paz lo antes posible. Lo que es imposible es avanzar en temas como el cambio climático si a la actual cumbre en Egipto no acuden ni China ni India. Así es muy difícil luchar ante la emergencia climática que resulta evidente para todos por las consecuencias que ya está teniendo por todo el planeta y de las que todos tenemos noticias suficientes”.

-Es inevitable preguntarle sobre la amenaza de que se utilicen armas nucleares por parte de Rusia en el conflicto, una posibilidad que, sin duda, preocupa de nuevo a los habitantes de todo el planeta, conscientes de que la hecatombe que podría provocar…
“Ahora mismo no hay ningun indicio de que se esté planteando usar una bomba nuclear táctica en el conflicto de Ucrania. Es cierto que de manera irracional e irresponsable en determinadas declaraciones realizadas por ciertos dirigentes rusos se ha dejado entrever esa posibilidad, pero la realidad sobre el terreno es que nos estamos enfrentando a una guerra convencional a gran escala en la que no se hacen diferencias entre lo que son los objetivos militares y los civiles. Lo único que se busca es causar el mayor daño posible”.

-Pero lo cierto es que esas declaraciones a las que usted alude han tenido lugar, y la preocupación a ese respecto es máxima.
“Nosotros no tenemos ningún dato de que se vaya a utilizar un arma nuclear táctica en el conflicto de Ucrania, insisto. Una guerra nuclear no le interesa a nadie porque en un escenario así nadie gana, y eso lo sabe el propio Vladímir Putin. De cualquier modo, ello no resta gravedad a lo que está sucediendo, y buena prueba de ello es que, como decía anteriormente, los ataques rusos a las infraestructuras energéticas ucranianas pueden generar un nuevo éxodo durante el próximo invierno de otros dos millones de personas, que se sumarían a los siete millones que ya abandonaron Ucrania a raíz de la invasión”.

-¿Qué papel puede jugar España en este escenario global tan cambiante y cuál es su relación con Estados Unidos?
“España es un país europeo, es lo primero que hay que recordar, y además es un país comprometido con el proyecto europeo, algo que no lo puede discutir nadie. Y, más aún, España se enfrenta a un reto histórico como es presidir la Unión Europea durante el segundo semestre del año que viene en un momento tan crucial para Europa y para su seguridad. Pero también hay que tener en cuenta que Europa cuenta con unos aliados naturales como, sin duda, es, claramente, Estados Unidos, ¡Y somos aliados de Estados Unidos en una organización como es la OTAN! No hablaría de liderazgos, sino que compartimos esa mesa de la OTAN con 30 países, y que pronto seguramente serán más con la próxima incorporación de Finlandia y Suecia. No es una cuestión de seguidismo, sino que le puedo garantizar -y soy el ministro de Asuntos Exteriores- que España comparte una serie de valores con muchos países, y eso se comprueba en asuntos como lo sucedido en el aeropuerto de Afganistán para unir esfuerzos [en la evacuación de posibles represaliados ante el nuevo Gobierno instaurado en dicha nación por parte de los talibanes], pero también en esta agresión a Ucrania por parte de Vladímir Putin. A nivel bilateral, es evidente que hay una gran sintonía entre el Gobierno de España que preside Pedro Sánchez y la administración estadounidense que lidera Joe Biden. ¿Eso quiere decir que haremos siempre lo mismo que Estados Unidos? No, pero nos encontramos haciendo cosas muy similares y tomando decisiones muy similares, de forma natural, con los Estados Unidos, porque defendemos intereses comunes”.

-¿Cómo prevé esa próxima Presidencia española de la UE?
“Ojalá me equivoque, pero temo que la guerra seguirá estando presente y, si no es la guerra en sí, serán sus consecuencias sociales y económicas. Pero la política española y europea está orientada a conseguir la paz lo antes posible y proteger a los ciudadanos de tales consecuencias, porque están en juego los valores europeos, décadas de tolerancia, pluralismo y estado de derecho, además de la soberanía e integridad de un país que, insisto, en ningún momento ha amenazado la seguridad de Rusia”.

Otra cita al máximo nivel en el Foro Premium del Atlántico

Con el paso de los años y pese a que la pandemia lógicamente interrumpió estos encuentros, pocas citas pueden presumir del alto nivel alcanzado por méritos propios como el Foro Premium del Atlántico que organiza la Fundación DIARIO DE AVISOS, habida cuenta del impresionante elenco de invitados que ha logrado congregar entre autoridades, pensadores y comunicadores de primera línea que han aceptado la invitación de venir a Tenerife en ese afán del Grupo Plató del Atlántico por ofrecer una visión global desde Canarias, unas Islas que desde lo local tienen que ser protagonistas de su propio futuro desde una perspectiva planetaria, lejos de encerrarse en las mismas. Por ello no es de extrañar que todo un ministro de Asuntos Exteriores como José Manuel Albares encuentre un hueco en su apretada agenda para volar a Tenerife para un acto al que no faltaron personalidades como el presidente del Parlamento, Gustavo Matos; el vicepresidente regional, Román Rodríguez; el presidente insular, Pedro Martín; el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez; el subdelegado del Gobierno en Canarias, Javier Plata; o el consejero de Presidencia, Julio Pérez.

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