Una exposición fotográfica que muestra los 40 años del Parlamento de Canarias es, casi por definición, un acercamiento a la historia contemporánea del Archipiélago, a algunos de los capítulos más significativos que han contribuido a configurar la sociedad que hoy tenemos, que hoy somos. También es un retrato poliédrico -o, quizás mejor, una foto de familia- de los representantes de la ciudadanía que ocuparon u ocupan un asiento en el edificio de la calle Teobaldo Power, 7, en la capital tinerfeña. Por último, no menos importante, es también un homenaje a los profesionales de la información que han trasladado lo que ocurría en ese lugar a todas las canarias y los canarios, y a cualquier otra persona en cualquier otra parte del mundo. Un tributo que hace referencia, especialmente, a aquellos periodistas que trabajan con una cámara de fotos.
Trino Garriga, Carlos González y María Pisaca son los autores de Tres miradas. Un recorrido fotográfico por 40 años de Parlamento de Canarias. La exposición, que ha podido contemplarse en la Cámara regional, va a viajar ahora a Madrid, a la sede que posee el Gobierno autonómico en la capital de España, y la idea es que a su vuelta visite cada una de las islas del Archipiélago. Además, el Parlamento tiene prevista la publicación de un volumen a modo de catálogo de este proyecto que se inscribe en la conmemoración de los cuatro decenios de parlamentarismo, según explica a este periódico el fotógrafo Carlos González.
DE VENEZUELA A SANTA CRUZ
De lunes a viernes sin falta, Trino Garriga acude al Parlamento. El fotógrafo de 93 años pasó 30 en Venezuela, de 1957 a 1987, aunque no dejó de regresar a Tenerife en ese periodo. La Cámara regional es su casa desde que la presidiera Pedro Guerra, y luego Victoriano Ríos, José Miguel Bravo de Laguna, Gabriel Mato, Antonio Castro y Carolina Darias, hasta llegar al presidente actual, Gustavo Matos, que se ha implicado personalmente en esta exposición. “Tengo miles y miles de negativos, así que hacer una selección de poco más de una treintena de imágenes es muy difícil, como lo ha sido para María y para Carlos”, explica Garriga. “Por eso repetir una exposición como esta será muy complicado”, señala. “Y también porque las condiciones para los fotógrafos que trabajan hoy en el Parlamento cada vez son más complejas”, apostilla.
CRISTÓBAL GARCÍA
Tampoco es fácil para Carlos González responder a la pregunta de con qué imagen se quedaría de entre las que aporta. “Quizás, en lo meramente informativo, hay una que recoge la moción de censura de Manuel Hermoso a Jerónimo Saavedra en 1993. Pero hay otra foto a la que le tengo mucho cariño. En ella se ve conversar al político socialista Juan Carlos Alemán con el nacionalista Adán Martín, y entre ambos, enfocándoles con su cámara, Cristóbal García. Ninguno está ya entre nosotros”.
La clave para obtener buenas imágenes en un escenario que nunca varía es para González que el fotógrafo se haga invisible. “Es como un Gran Hermano: una vez que las diputadas y los diputados se acostumbran a las cámaras, dejan de mirarte. Aunque esto ha cambiado tras la llegada de las redes sociales, donde todos se preocupan mucho más de su imagen y se va perdiendo la espontaneidad”.
María Pisaca ha sido la encargada de cerrar este retrato cronológico del parlamentarismo canario, mientras que Trino Garriga ha abordado el comienzo y Carlos González la etapa media. “Siempre he buscado ofrecer imágenes que muestren expresividad en las personas fotografiadas, que ilustren anécdotas, que posean cierto sentido del humor… Por eso la llegada de la pandemia del coronavirus, y con ella, de las mascarillas, me condicionó esta estrategia en las fotos más recientes”, argumenta.
“Lo ideal es que cuando alguien acuda a ver una exposición, en este caso de carácter histórico, pueda salir de ella con una sonrisa, porque ha aprendido algo y, encima, se lo ha pasado bien. Ese ha sido el planteamiento que nos marcamos con esta muestra”.
Los tres periodistas gráficos coinciden en señalar que las restricciones que se han ido marcando en la Cámara a los informadores dificulta esa labor de contarle a la gente lo que le pasa a la gente. Algún día habrá que conmemorar los 50, los 80 y los 100 años del Parlamento. Y, mucho más que fotos oficiales, harán falta imágenes cargadas de espontaneidad, simbolismo, significado y creatividad. Sin duda.