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Oportunidad naval en Tenerife: Diversificar el presente para ganar el futuro

Más de 3000 navíos pasan por el litoral canario cada año, casi 6 veces más que los que cruzan el Canal de Panamá, y un número importante de ellos necesita servicios de reparación y abastecimiento
Syncrolift Granadilla
El sistema Syncrolift permitirá extraer del agua embarcaciones de hasta 20.000 toneladas para efectuar reparaciones en dique seco

Las Islas Canarias llevan décadas intentando avanzar (con poco éxito por el momento) en el esfuerzo de diversificar su economía, para hacerla menos dependiente del turismo y lograr un mayor balance en las diferentes fuentes que componen el PIB insular. La dependencia de este sector ha sido tal, que en 2018 generaba directa o indirectamente más del 40% del empleo en las islas, y aportaba al PIB más del 28% sobre el total de la región.

Esto genera un desajuste importante a la hora de lograr una economía resiliente, capaz de dotar de empleo sostenible y de calidad a su población activa ante las adversidades, tal y como se pudo comprobar con la crisis del Covid-19 y el cero turístico que puso al borde del abismo a la economía de las familias canarias. 

Y es que parece lógico pensar que, en una región bendecida por el buen tiempo y su situación estratégica a nivel mundial, el turismo debe ser un sector importante en la economía. Pero si somos capaces de mirar más allá, lograremos ver otras áreas en las que el buen tiempo y la situación estratégica también son cruciales y nos dotan de una ventaja competitiva incuestionable.

Ese es el caso de la fabricación y reparación naval: una industria que goza en Canarias de una situación geográfica inmejorable, en medio de las rutas que conectan América, Europa y África, y que ve pasar por nuestras costas cada año en su conjunto más de 3000 navíos, lo que supone multiplicar por 6 los buques que cruzan anualmente el Canal de Panamá. Una industria en la que el buen clima permite realizar fabricación, instalación y reparación para buques sin retrasos provocados por el mal tiempo, algo de vital importancia en un sector donde cada minuto cuenta y cada retraso supone pérdidas para las compañías navieras. Algo que no pueden ofrecer astilleros localizados en otras latitudes. 

Un sector que, además, ejerce un efecto multiplicador sobre el empleo, porque al igual que ocurre con la industria aeronáutica o automovilística, permite la creación de un ecosistema de empresas proveedoras locales alrededor de los astilleros, permitiendo multiplicar exponencialmente la capacidad de generar riqueza y empleo para nuestras islas. 

Tal es el caso del Grupo Hidramar: una empresa de capital netamente canario y de origen familiar nacida a finales de los años 80, que pasó de ser un pequeño taller hidráulico a convertirse con el paso de los años en un astillero que trabaja con múltiples proveedores locales, y que cuenta con instalaciones en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, además del Puerto de Granadilla. 

El Grupo ya tiene comprometida una importante inversión para este último, donde se instalará uno de los mayores elevadores de barco del mundo: un sistema Syncrolift que permitirá extraer del agua embarcaciones de hasta 20.000 toneladas para efectuar reparaciones en dique seco y donde además se contará con 8 carriles de varada listos para recibir buques Panamax (buques preparados para transitar por el Canal de Panamá).

Este proyecto, que se encuentra pendiente de la aprobación final, permitirá no sólo rentabilizar por fin una infraestructura como el Puerto de Granadilla tras varios años de escasa actividad, sino también y sobre todo, contribuir a crear una red de empresas proveedoras que permitan suministrar rápidamente todo tipo de materiales, piezas, maquinarias y servicios profesionales a Tenerife Shipyards (compañía del Grupo Hidramar que lidera el proyecto). 

La energía del mañana también escoge Canarias

Y es que la reparación y fabricación naval no es la única oportunidad de futuro que pueden brindar proyectos como el de Tenerife Shipyards en Granadilla. Este astillero (que contará con 200.000 m2 de área de operaciones y es perfecto para el manejo de grandes estructuras), es crucial para el desarrollo de la energía eólica marina en nuestras islas. 

En el mar, la generación eólica es cada vez más eficiente debido a los avances tecnológicos que permiten aprovechar los vientos fuertes y sostenidos propios de esas localizaciones donde el terreno no frena las corrientes de aire. 

Esto está provocando una importante demanda a nivel mundial de fabricación de todo tipo de elementos para sostener y mantener esos generadores eólicos en el agua: Estados Unidos ha acelerado en la implantación de parques eólicos marinos y se ha puesto como objetivo el alcanzar una potencia instalada de 30 gigavatios para el año 2030, con una generación de empleo proyectada de hasta 80.000 puestos de trabajo. Francia se encuentra tramitando actualmente una Ley para facilitar el desarrollo de este tipo de parques, y Reino Unido adjudicó en Julio de 2022 más de 7000 megavatios para la eólica marina en la mayor subasta de potencia renovable de su historia. Todo esto mientras en Canarias, la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) se encuentra ensayando el prototipo de generador eólico “Pivot Buoy”: una creación de la empresa X1-Wind que está respaldado por la Unión Europea y que fue ensamblado y botado al mar en las instalaciones de Hidramar Shipyards en Las Palmas de Gran Canaria.

El proyecto de Tenerife Shipyards en el Puerto de Granadilla pone a Canarias en el centro de estas nuevas tecnologías, y permitirá que en el puerto del sureste tinerfeño se pueda realizar la fabricación, montaje, botadura y puesta en seco de este tipo de estructuras flotantes. 

En definitiva: oportunidades para diversificar la economía de Tenerife y de Canarias en su conjunto, que simplemente, no nos podemos permitir dejar pasar. 

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