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Los 4.500 kilos de cocaína aprehendidos ahora, segundo mayor alijo del siglo en Canarias

Solo en 2001 se interceptó un cargamento mayor al encontrado en el carguero ‘Blume’, aunque fue a 350 millas de Canarias; en 1999 se batió la plusmarca europea con nueve toneladas en aguas atlánticas
cocaína

Tras la confirmación oficial del pesaje del alijo encontrado en el carguero Blume, que asciende a unos 4.500 kilos de cocaína, se confirma que el servicio prestado conjuntamente por la Policía Nacional, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria supone la segunda interceptación más importante en lo que va de siglo en una de las puertas del tráfico internacional de dicha sustancia desde Sudamérica hacia Europa por estos lares.

No en balde, solo en 2001 se detecta un cargamento mayor cerca de Canarias, cuando otro barco fue abordado, este a unas 350 millas de las Islas, con más de cinco toneladas de la droga en cuestión, y que navegaba rumbo a Galicia antes de ser capturado por las autoridades en lo que en realidad se trataba del segundo registro histórico en la llamada ruta atlántica del narcotráfico, por cuanto en julio de 1999 se batieron todos los récords con el buque Tammsaare, que cayó en aguas internacionales del océano Atlántico con unas nueve toneladas de cocaína a bordo, en una operación en la que fueron detenidas más de 50 personas.

Respecto al servicio del jueves, fuentes de la Policía Nacional confirmaron que el Blume, un carguero con bandera de Togo que, como informó ayer DIARIO DE AVISOS, zarpó en diciembre de Brasil y tenía previsto (al menos, oficialmente) llegar el próximo mes a Roga (Letonia), fue abordado por las autoridades mediante el Buque de Operaciones Especiales Fulmar del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria a unas 80 millas marinas de Canarias, en un servicio de gran complejidad, dado el estado de la mar y las grandes dimensiones del carguero.

La operación arranca -explican las fuentes aludidas- como consecuencia de la colaboración internacional, en la que los investigadores del Servicio de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil, a partir del intercambio de información producido entre el Centro de Análisis y Operaciones del Atlántico y el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, determinaron la posible implicación de una embarcación sospechosa de tráfico ilícito de estupefacientes procedente de Sudamérica.

Como consecuencia de ello, la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria estableció el dispositivo aeronaval y envió a su buque Fulmar para localizar y, finalmente, abordar el carguero en la madrugada del día 18.

En ese momento, se pudo observar que el barco transportaba como mercancía declarada unas 200 toneladas de café, muy por debajo de su capacidad real de carga, lo cual llamó la atención de los funcionarios que realizaban el operativo.

Posteriormente, en una inspección de las zonas comunes del carguero, se detectó la presencia de un número indeterminado de fardos de los habitualmente utilizados para el tráfico de cocaína, por lo que en ese momento se procedió a la detención de los 15 tripulantes de la embarcación, dos ciudadanos de nacionalidad albanesa y 13 de nacionalidad paquistaní, así como a la intervención del buque, que, junto con los detenidos, fue trasladado al puerto de Santa Cruz de Tenerife; concretamente, a la Dársena de Cabo Llanos.

Tanto los arrestados como la embarcación, la droga y las diligencias policiales pasarán a disposición de la Audiencia Nacional.

La coordinación de recursos entre las autoridades, clave para el éxito

No. No es mérito de uno solo. Ni de dos. Para interceptar un cargamento de 4.500 kilos de cocaína como el del jueves, ya confirmado, que llevaba el carguero Blume, hace falta la labor de muchos, cada uno en su campo, y, por ello, tales méritos se reparten entre los investigadores del Servicio de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil, a partir del intercambio de información producido entre el Centro de Análisis y Operaciones del Atlántico (MAOC-N) y el Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

Lo cierto es que Canarias es clave como puerta de la cocaína sudamericana que los europeos compran a precio de oro, tal y como advertía en 2019 la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), para la que desde entonces “el continente africano para ellos [los narcotraficantes] tienen bastantes ventajas, aunque es un punto intermedio, porque tiene la ventaja de que ha tomado por sorpresa a las policías locales, que no tienen una formación completa para hacer investigaciones, además de que carecen de medios, tanto técnicos como humanos”.

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