El Concurso Nacional de Mojos y de platos con mojos armonizados con vinos de Tenerife, que ese año cumplió su III edición, no contó esta vez con presencia canaria. Ninguno de los canarios que se presentó logró este martes llegar a la final. El ganador en esta edición fue José Bertolo Fernández, de Casa Solla (Pontevedra) quien presentó un cherne con mojo de mar que elaboró con grasas y el colágeno del pescado y que maridó con la Bodega 300 Líos de La Orotava; mientras que en el apartado de mojos armonizados con vinos de Tenerife el premio fue a parar a Josep Arenas, del restaurante Andreu Genesta (Palma de Mallorca) con un culant de mojo ahumado, berenjena asada, tendones y anguila ahumada que armonizó con un Viña Norte.
El resto de los participantes fueron Kevin Daniel Suárez Núñez, de Amós (Madrid) con una merluza al pil-pil con mojos y acelga; Eric Morillo Mercado, Choco (Córdoba) con un pato, dátiles y mojo verde; Marielvis Suarse Poleo, Atocha 107 (Madrid) con su ‘Moo shu’ al mojo y Sergio Onell Ibarra de Bon Amb (Xàbia, Alicante) que preparó una cigala, papardelle marino y mojo picón verde con hierbas de costa y colágeno.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, destacó la importancia que ha ido adquiriendo este concurso, es la tercera edición, ya que la mayoría de las propuestas presentadas son de cocineros que están trabajando para destacados restaurantes con una o dos estrella Michelin.
Al jurado, conformado por Pedro Sánchez (Bagá, Jaén), Javier Sanz & Juan Enrique Sahuquillo (Oba, Albacete), y los periodistas Adrián Delgado, Raquel Castillo y Francisco Belín, los seis contendientes mostraron a todo el congreso las infinitas posibilidades y sutilezas de los mojos de Tenerife en el contexto de la cocina contemporánea. El jurado se mostró sorprendido con las propuestas de los jóvenes cocineros que dieron un vuelco al tradicional mojo de Canarias del que se dice que en cada casa hay una propuesta diferente.
Mucho ambiente
La presencia de varios municipios de Tenerife ha propiciado que haya mucho ambiente en torno a las propuestas gastronómicas de cada uno de ellos. El barraquito de Santiago del Teide era una cita obligada a primera hora para entrar en calor después de las gélidas temperaturas que se han soportado en Madrid.
Candelaria sorprendió a los asistentes con unas pequeñas pellas de gofio, envueltas como caramelo, que volaron de la mesa con la misma celeridad que lo hicieron los rosquetes de limón. Y enfrente, Pedro Rodríguez Dios veía como sus merengues de cerveza y gofio desparecían de la bandeja antes de que pudiera posarla en el mostrador del estand de Los Realejos, donde Alfredo Marrero, de Pastelería Relieve, no daba abasto a sacar bombones, postres y chocolates.
Pero no todo ha sido dulce, Rodríguez Dios elaboraba unos canelones crujientes de chorizo de cochino negro deliciosos; Arona, de la mano de Alejandro Bello, invitaba a probar bocados de queso ahumado con miel de plátano eco y Adeje deslumbraba con miel madurada. La minipiza de patudo, la teja de almendra y gofio con ceviche de cherne, almogrote y remolacha, y el gofre de batata con gofio, tartar de patudo y caviar de soja y de espinas de patudo fueron las propuestas de los restaurantes de Santiago del Teide.
Candelaria
Candelaria se estrenaba este año en Madrid Fusión con el objetivo de dar a conocer el Club del Producto de Candelaria que el ayuntamiento impulsa y que acoge productores locales. Rosquetes de limón que pueden encontrarse en el Mercadillo del Agricultor, queso de Barranco Hondo, chicharrones y pequeñas porciones de una pella de gofio elaborada con gofio de millo, miel y almendras, hicieron las delicias del numeroso público que se acercó al estand de Tenerife en la feria gastronómica
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