El año pasado, el perro Rocky huyó al monte debido al miedo que le causaron los fuegos artificiales de Nochevieja. Sus dueños tardaron una semana en encontrarlo, por lo que este año decidieron encerrarlo en el baño para protegerlo del ruido y evitar que volviera a escapar.
Ibon Pérez y su hermana también se encerraron con él y pusieron música a todo volumen para ahogar el sonido de los fuegos artificiales y ayudar a Rocky a calmarse.
Además, ambos comenzaron a bailar para distraer al perro. Ibon compartió después el vídeo de la experiencia en Twitter, y poco después se volvió viral.
El 25 de diciembre, Ibon había pedido a la gente que no lanzara fuegos artificiales para celebrar la Navidad o el Año Nuevo: “Lo que para ti es un momento de diversión, para ellos es horas de terror y pánico”.
“Las explosiones pueden causar infartos y la muerte en los perros. Los animales y las personas más sensibles sufren terriblemente con los fuegos artificiales durante estas fiestas”, dijo.
El año pasado Rocky corrió al monte asustado por la pirotecnia y lo encontramos 7 días después escuálido.
— Ibon Pérez (@ibonpereztv) December 31, 2022
Hoy, uno de enero del 2023, le hemos tenido que encerrar con la música a tope en el baño entreteniendolo para que no escuche petardos y ruidos de fuegos artificiales. pic.twitter.com/fCFOGsvNdI